Próxima parada, Mercat

Desde ayer, la plaza de Brujas de Valencia permanece cerrada al tráfico. En vez de coches, por la zona circularán apisonadoras, excavadoras y toda la maquinaria necesaria para tener a punto, en menos de 13 meses, las pantallas de la futura estación de metro Mercat-T2.

La Consejería de Infraestructuras y Transporte puso ayer en marcha la segunda fase de este proyecto que llevará el metro, por primera vez, hasta el centro histórico de Valencia. La Generalitat apuntó al otoño del 2009 como la fecha en que la losa de cubierta de la futura estación estará lista y el tráfico podrá ser restablecido. A partir de esa fecha, los trabajos continuarán bajo tierra. Se calcula que se extenderán durante 18 meses.

La consejería aseguró a su vez que se realizarán "todos los esfuerzos posibles" para mantener la "máxima accesibilidad" al Mercado Central y los comercios de alrededores. Así, los accesos al sótano del edificio se mantendrán por la calle Vieja de la Paja. Además, se habilitarán varias zonas de carga y descarga en la Plaza del Mercado.

El segundo tramo de la línea de metro T2 es, hasta la fecha, la obra pública de mayor incidencia en el tránsito de la ciudad. Su envergadura ha obligado desde agosto pasado a crear, por etapas, nuevos itinerarios para miles de vehículos y autobuses urbanos en el área de Russafa, la avenida de Germanías, General Urrutia y Peris y Valero.

En el caso de la plaza de Brujas, la Generalitat ha previsto un itinerario alternativo: será por la Plaza del Mercado, calle de la Carda, Santa Teresa, Pie de la Cruz, Maldonado y Editor Manuel Aguilar para incorporarse a la avenida del Barón de Cárcer. El acceso a la calle de las Calabazas se limitará a los residentes de la zona y la calle Vieja de la Paja será de acceso exclusivo al sótano del Mercado.

Mientras, ayer en la plaza, ajenos a las vallas instaladas para acotar el recinto y a los obreros con cascos y monos reflectantes, algunos transeúntes esperaban el autobús, sentados en las paradas.