El BNG "espera" dimisiones por el caso de la agente electoral
El portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, aseguró ayer que esta fuerza política "espera" que el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, esté "a la altura de las circunstancias" y tome en consideración las conclusiones de la comisión de investigación sobre la supuesta agente electoral del PSdeG, de manera que éstas den lugar a ceses o dimisiones, como ya ocurrió en el caso de la entrega de cheques asistenciales en Uruguay en vísperas de las municipales de 2007.
Aymerich manifestó ese deseo a pesar de que el dictamen final, que él mismo pactó con el PSdeG, no establece ninguna irregularidad ni señala a ningún responsable de los hechos. Pese a apoyar estas conclusiones, Aymerich se mostró convencido de que la supuesta agente electoral no sólo actuó como tal sino que no fue un caso aislado. Y añadió que, aunque el Bloque no remitirá el dictamen a los tribunales, si la Fiscalía "fuese independiente" solicitaría las conclusiones de la investigación. Si lo hace, añadió, "el BNG se las enviará con sumo placer".
Lectura opuesta
El portavoz del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga, hizo una lectura diametralmente opuesta del dictamen. Las convicciones de Aymerich, subrayó, no se corresponden con las conclusiones porque "no hay ninguna evidencia" de lo que afirma. Los nacionalistas, señaló, tratan de "tender un manto de sospechas" sobre todo lo relacionado con el voto emigrante simplemente porque el sentido de esos sufragios "no les favorece".
En cuanto a los deseos del portavoz nacionalista de que el dictamen dé lugar a ceses o dimisiones, Leiceaga recordó que las recomendaciones de la comisión no dicen nada de eso, sólo reflejan la existencia de deficiencias que "deben ser corregidas" pero no "comportamientos dolosos".
La disparidad de criterios entre Aymerich y Leiceaga no les impidió, sin embargo, pactar un dictamen que, aunque añade algunas recomendaciones a las propuestas del PSdeG, no hace ni un reproche a la actuación de la Administración. Pide, no obstante, mayores controles en las ayudas a los emigrantes y a las subvenciones de contratos de trabajo y emplaza a la Xunta a reformar la ley electoral para acortar el plazo de recepción de los votos del exterior.
El PP votó en contra y acusó al Bloque de dar "patente de corso" a sus socios en el Gobierno a cambio de "mantener el poder".
