Brufau cree que Gas Natural "va a estar en alguna movida"

El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, ayer no comió. Dedicó íntegras las dos horas de un almuerzo celebrado en la Bolsa de Madrid a detallar a los medios de comunicación 66 transparencias con el nuevo plan estratégico de la compañía para el periodo 2008-2012. Objetivo: triplicar los beneficios, que en 2007 ascendieron a 3.188 millones, un 2% más que en 2006.

De paso, Brufau toreó con estilo las cuestiones relacionadas con la agitación que vive el sector energético. En este punto, una frase destacó sobre el resto. "Gas Natural [controlada por la propia Repsol en un 31% y por La Caixa], no sé si hoy, mañana o dentro de seis meses, va a estar en alguna movida, como consolidada o como consolidadora". Y Repsol, que "hoy por hoy no está en esta fotografía [de posibles movimientos empresariales] apoyará a la empresa que preside Salvador Gabarró, de la que seguirá siendo accionista, ahora o en cinco años".

Lanzado el mensaje, que se puede traducir por un "estamos a la expectativa, pero no somos protagonistas", Brufau se lanzó en tromba a transmitir una idea: Repsol YPF ha superado el trago del año 2006, cuando se vio obligada a revisar y reducir sus estimaciones de reservas en un 25% y tiene un futuro despejado por delante. Tras comunicar los resultados del año 2007, ejercicio en el que la compañía logró unos beneficios netos de 3.188 millones pese al impacto negativo (443 millones de euros) del tipo de cambio del dólar frente al euro, Brufau entró en materia. Lo fundamental, un plan estratégico -elaborado sobre bases muy conservadoras- que contempla una inversión de 32.800 millones entre 2008-2012.

Del total de inversiones, el 65% se destinarán a proyectos de sus áreas de negocio básicas (core business), con los que espera casi triplicar su beneficio neto. La estrategia de Repsol contempla tres grandes áreas: los negocios que forman el núcleo de la actividad de la petrolera (exploración y producción, gas natural licuado [LNG] y refino y marketing), su filial argentina YPF, que pasa a ser considerada "una participada estratégica controlada" y Gas Natural, considerada "participada estratégica con gestión autónoma".

Con el objetivo de aumentar la presencia en países de la OCDE y reducir su exposición en América Latina, la inversión de 32.800 millones se dividirá así: 21.300 millones al núcleo del negocio (core business); 7.800 millones a YPF y 3.700 millones a Gas Natural. Una decena de proyectos concentrarán el 60% de la inversión y de ellos, tres (refinería de Cartagena, refinería de Muskiz y petroquímica de Sines, en Portugal) estarán en la península Ibérica.