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Faouzi Bensaïdi busca nuevas vías para el cine marroquí

Después de la buena acogida en el festival de Cannes de su primer largometraje, Mille mois, el marroquí Faouzi Bensaïdi (Casablanca, 1967) se sintió con la autoridad para hacer un filme que reflejara su esencia. WWW.What a wonderful world, que se estrena hoy en España, es su retrato personal de una Casablanca "caótica y anárquica", atravesada por personajes "enamorados del amor".

Para Bensaïdi, WWW rompe con la tradición del cine marroquí. "Cuando nuestra pequeña industria tiene un poco de dinero para hacer cine, generalmente lo dedica a defender causas políticas y sociales. Yo me rebelé contra eso y he hecho una película que abre una puerta a otras posibilidades". Lo que el espectador encuentra en la cinta es una comedia tan negra que también es drama, en la que se refleja el choque y el encuentro de las arraigadas tradiciones árabes con la aplastante tecnología y las ansias de romper fronteras.

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Casablanca.com

El título, que casi funciona como estrategia de mercadeo, por la popularidad de la canción del mismo nombre, tiene más de dos sentidos. "Me di cuenta de que juntando las iniciales tenía WWW, que se ha convertido en un código conocido por todo el mundo. En mi película aparece la web, y hasta el pirateo. También es una canción romántica, y en esta película hay una búsqueda del amor, y al final también es un guiño irónico, porque el mundo que refleja no es para nada maravilloso".

Si Dios quiere

El mundo de esta película es la ciudad de Casablanca. Kamel, un asesino a sueldo, se enamora de una voz al teléfono y Kenza, una policía que casi danza al controlar el tráfico, se enamora de la figura de un hombre desconocido. El director, que también protagoniza la película, sonríe al confesar que lo que quería era "mostrar que las cosas pueden fallar por un pelo. Las personas se cruzan y se cruzan. Parece que se van a encontrar, pero no pasa, o pasa y ese momento puede cambiar el rumbo de sus vidas". La actriz Nezha Rail, que interpreta a Kenza, lo interrumpe durante la entrevista: "¿Esta cantidad de encuentros fallidos no tendrá que ver con tu fe musulmana?". Tras la risas, ambos explican que el término "In sha' a Allah" (si Dios quiere) se repite constantemente entre los árabes cuando se desea algo que se ve lejano.

La película costó dos millones de euros y contó con el apoyo de los fondos cinematográficos de Marruecos, Francia y Alemania. Ahora Bensaïdi se prepara para rodar Muerte en venta, que ocurre en el norte de Marruecos y que promete una foto más del choque de la modernidad que no acaba de "digerirse" en el mundo árabe.

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