¿Quién controla a Britney Spears?
Un juez niega otra vez a la cantante la visita a sus hijos
La cantante estadounidense Britney Spears ha sufrido otro revés judicial. El martes, un juez le negó de nuevo el derecho a visitar a sus dos hijos, en custodia temporal del padre, Kevin Federline, desde 2007. Spears no asistió al juicio. En su trágica historia ya no se sabe quién representa a quién, ni quién está a cargo de quién. En este dramático serial de papel cuché ha entrado en escena el abogado Jon Eardley, que dice representar a la cantante y que quiere que un juzgado federal de EE UU revise la custodia. "Britney está confinada en la prisión de su propia casa", dice.
Tras un año de conducta errática, Spears fue puesta bajo la custodia de su padre, James Spears, a principios de este mes. Después de dos ingresos en un psiquiátrico, un juzgado de Los Ángeles estimó que la cantante suponía un peligro para su propia salud. No tiene libertad ni para elegir su abogado.
Como ya hizo cuando ella era adolescente y presentaba el Club Disney en EE UU, el padre controla todos sus movimientos y fondos. Al lado, la sombra del que ha quedado como personaje maldito de esta historia, el oscuro Sam Lufti, fugaz representante de la estrella y acompañante en sus misteriosos viajes nocturnos al hotel Four Seasons de Los Ángeles.
Los padres de la cantante acusaron a Lufti de drogar y chantajear a Spears. "Lufti dice controlar a mi hija. Le cortó la línea de teléfono y borró su lista de llamadas en el móvil", ha dicho la madre, Lynne Spears. El juez emitió una orden de alejamiento y prohibió a Lufti de llamar o enviar correos a la cantante. Hoy, el juez se volverá a reunir con la familia para decidir si mantiene esta orden.
A sus 26 años, la cantante depende de sus padres, con los que apenas se habla desde su divorcio con el bailarín y cantante frustrado Kevin Federline, en 2006. Los dos hijos en común están a su cargo desde octubre. Entonces, un juez ordenó que la madre se sometiera a análisis periódicos que determinaran si había consumido drogas. Spears no se presentó a casi ninguno.
Y Federline busca lograr la custodia completa y permanente de sus hijos. No son buenas noticias para la cantante, a la que, además, abandonan sus abogados. El último, Sorrell Trope, lo ha solicitado alegando motivos personales. Por ahora, no se ha encontrado a un sustituto.
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