Europa prefiere la ley de plazos
La interrupción voluntaria del embarazo está despenalizada en la mayoría de los países de la Unión Europea. Muchos tienen una ley de plazos. Es el caso de Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Portugal, Grecia, Bulgaria, Eslovaquia, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría o la Republica Checa, que admiten esta práctica libremente -sin supuestos legales- hasta las 12 semanas de gestación. En Italia se permite hasta los 90 días, y en Rumania hasta las 14 semanas.
En Holanda, el plazo es más amplio. Su ley permite a las mujeres abortar sin acogerse a ningún supuesto hasta la semana 24ª. En la mayoría de los países que se rigen por plazos la ley permite abortos en tiempos posteriores bajo causas muy específicas, como riesgo para la mujer o para el feto.
Bélgica, Dinamarca, Francia, Italia o Austria no ponen límites para las malformaciones. En Francia, por ejemplo, se puede interrumpir el embarazo cuando peligra la salud de la mujer o hay riesgo de que el niño sufra una grave o incurable enfermedad. Es una ley de plazos con dos supuestos añadidos sin límite temporal. Allí, además, la sanidad pública se hace cargo de las intervenciones.
En España, el aborto está despenalizado en tres supuestos: violación -hasta las 12 semanas-, malformación fetal -hasta las 22 semanas- y grave riesgo para la salud física o psíquica de la madre -sin plazo máximo-. El país con la legislación más parecida a España es Reino Unido. Allí existe una ley de indicaciones. Es posible abortar hasta la semana 24ª por riesgo para la salud de la madre o por problemas económicos o sociales. No existe límite para malformaciones del feto o grave riesgo para la madre. A pesar de que Holanda es el país con la legislación menos restrictiva es uno de los que menos número de abortos registra.
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