Diversión decadente
El músico, productor y pinchadiscos francés The Hacker es casi más importante por lo que originó que por él mismo. Sin él, y sin la alianza que viene manteniendo con la muy estelar cantante y disc-jockey Miss Kittin, la música conocida como electro -como electroclash, para ser exactos- no se hubiera propagado en Europa. Al menos, no de la misma forma ardiente y masiva como lo ha hecho, convertida en una oda electrónica constante al vicio, el deseo, la decadencia, los miedos, las inseguridades, el cuero, el látigo y las fiestas orgiásticas. Hace poco, The Hacker visitó España con la potente Miss Kittin. Ahora vuelve en soledad, abierto a la nueva música industrial y a un tecno influido por leyendas del after punk como Joy Division, en una cita que no pueden eludir quienes gusten de las emociones perturbadoras.