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Asalto frustrado con rehenes en San Blas

Dos empleados tomados como rehenes, 600 euros de botín, armamento falso y una huida que apenas duró 300 metros. Ocurrió ayer, durante el atraco a una sucursal de La Caixa, en la calle de Aquitania, 38, en el barrio de Las Rosas (San Blas).

Los ladrones entraron en la oficina poco antes de las ocho y media de la mañana. Al ver a los dos desconocidos, que les amenazaban con una pistola, un cuchillo y una granada de mano, accionaron la alarma conectada con la policía.

Rápidamente acudieron varios agentes de la Policía Nacional que rodearon la oficina. Al sentirse acorralados, los asaltantes buscaron la manera de huir. Tomaron a dos rehenes: una mujer, Mónica, de 28 años, y un hombre. Los sacaron con las manos a la espalda y escudándose tras ellos intentaron escapar. Pero en tan sólo 20 minutos fueron reducidos y esposados.

"Iban encapuchados y al verlos salir los policías se apartaron y los dejaron pasar", señaló Santiago, camarero del bar situado enfrente de la sucursal. Desde allí asistió a los primeros momentos del cerco policial. Los ladrones sólo pudieron utilizar sus escudos humanos durante una decena de metros. Bien porque se sentían intimidados o bien porque los rehenes no podían avanzar a su ritmo, los dejaron ir al llegar a la altura de la calle de Sarre y la tomaron a toda prisa, en dirección a la avenida de Guadalajara.

Los agentes dispararon al aire y en ese centenar de metros se decidió todo. "Se oyeron tiros al aire y uno de los atracadores se echó al suelo. Tras ellos avanzaron un coche de la policía secreta y una moto", recordaba Alfredo Fernández, que contempló la escena desde la altura del undécimo piso del número 97 de la avenida de Guadalajara.

Uno de los atracadores se tiró al suelo y fue rápidamente esposado. El otro logró correr algunos metros más. Los agentes dispararon varios tiros más al aire. Poco antes de llegar al cruce con la avenida, tres agentes cogieron al otro atracador, lo tiraron al suelo y lo encañonaron, según recuerda Fernández.

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Antecedentes

Los detenidos son Alfredo G. C., de 43 años y con 29 antecedentes penales, la mayoría por robo, y David A. B., de 39, con un antecedente por tráfico de estupefacientes. Del armamento que llevaban, sólo el cuchillo suponía una amenaza. La pistola era de fogueo y la granada no era más que una carcasa de juguete.

Tampoco hubo heridos graves. Los sanitarios del Samur sólo tuvieron que atender contusiones leves, como las que sufrió Mónica, la empleada tomada como rehén, que también tuvo una crisis de ansiedad. Uno de los detenidos fue trasladado al Ramón y Cajal, para ser atendido de contusiones leves. Quedó en observación.

En poco más de 20 minutos, todo había terminado. El saldo: dos rehenes con contusiones leves, una breve persecución policial, varios tiros al aire y dos atracadores detenidos. Y todo por un botín de 600 euros.

No era el primer asalto que sufren los empleados de la sucursal de La Caixa en la calle de Aquitania. En septiembre, un hombre armado irrumpió en la oficina pero desistió y abandonó el lugar, según recuerdan algunos vecinos. Hace dos años otros asaltantes consiguieron robar y huir.

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