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Una niña de cinco años ingresa en un centro de acogida por presuntos abusos sexuales

La Generalitat asumió ayer la custodia de una niña de cinco años después de que en una revisión médica practicada el pasado lunes se le hubieran detectado síntomas de haber sufrido abusos sexuales. La menor, nacida en Cataluña y de padres nigerianos, ya había sufrido abusos el pasado mes de agosto, y desde entonces estaba bajo vigilancia de los Mossos d'Esquadra y de los servicios sociales de la Generalitat, que habían asumido la tutela de la niña.

En agosto la policía autonómica ya descartó la autoría del padre

Esta fórmula permite que el menor siga viviendo con sus padres, aunque esté sometido a una estrecha vigilancia por parte de la Generalitat. Entonces la Unidad de Menores de la policía autonómica descartó la autoría del padre, pero la investigación siguió abierta y no se practicaron detenciones.

El lunes 17 volvió a saltar la alarma, pero esta vez el caso ha nacido rodeado de confusión. El pediatra que examinó a la niña descubrió desgarros en la vagina y en el ano, pero existen dudas sobre si esos síntomas revelan un abuso reciente, o son los mismos descubiertos en agosto. Después de aquel primer episodio, la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia (DGAIA), dependiente del Departamento de Acción Social y Ciudadanía, impuso a la madre la obligación de llevar a la menor al pediatra con periodicidad semanal para someterla a controles médicos.

Sin embargo, la de este lunes fue la única visita desde agosto en la que el médico examinó la vagina de la niña. En las anteriores consultas -una veintena- los facultativos se limitaron a hacer un examen superficial de la pequeña y nunca descubrieron nada anormal.

Una portavoz del departamento que dirige Carme Capdevila afirmó ayer que éste es el protocolo habitual en estos casos: "No es posible hacerle un control exhaustivo a la niña cada semana porque sería traumático para ella. De hecho, el lunes fue necesario sedarla antes de examinarle la vagina".

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Los Mossos d'Esquadra interrogaron ayer a todas las personas del entorno familiar y escolar de la menor, aunque no se practicó ninguna detención. Tanto la policía autonómica como la propia Carme Capdevila descartan la autoría del padre. "En este momento de la investigación se puede asegurar que los supuestos abusos no están situados en el núcleo familiar", dijo la consejera, quien añadió que su departamento "actuó de manera rápida" y que "los familiares han cumplido a pies juntillas lo que se les ha pedido". La consejera agregó que la madre de la niña, que ha conservado la custodia de la pequeña hasta hoy, ha colaborado en todo momento con los servicios sociales y "ha llevado a la niña cada semana al pediatra".

El lunes la pequeña fue ingresada en el hospital de Vall d'Hebron hasta que ayer por la mañana fue ingresada en un centro de acogida de la DGAIA. A pesar de que las sospechas se alejan del núcleo familiar, la niña permanecerá en el centro hasta que la investigación haya concluido, y los padres no podrán recuperar su custodia, afirmaron fuentes de la Generalitat.

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