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La ayuda no llega a miles de víctimas del ciclón en Bangladesh

Algunas zonas costeras han quedado aisladas, sin comida ni agua

Centenares de miles de personas siguen aisladas en Bangladesh, sin comida ni agua, y las ONG advierten que su situación es desesperada. Tras el paso devastador del ciclón Sadr, que ha causado más de 3.000 muertos, la ayuda empieza a llegar, pero nada parece suficiente: en algunas zonas la gente vive a cielo abierto y ni siquiera tienen acceso a medicamentos, según Naciones Unidas y las ONG.

Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja
Intermon Oxfam UK

"Estamos haciendo todo lo que podemos, pero la magnitud de la calamidad ha sido, sencillamente, demasiado grande", aseguró ayer el ministro bengalí de Asuntos Exteriores, Iftekhar Ahmed Chowdhury, quien confía en que Bangladesh va a recibir la ayuda internacional que necesita. Por ahora, según las autoridades del país, la comunidad internacional ha comprometido 140 millones de dólares (95 millones de euros). Más de dos tercios de la ayuda prometida procede de Arabia Saudí.

A cinco días de que el ciclón devastara el sur del país, uno de los más pobres del mundo, las cifras de víctimas no dejan de aumentar constantemente: alcanza, según el último balance, al menos 3.000 muertos y siete millones de afectados. Las ONG dicen que la cifra final podría estar incluso cerca de los 10.000 fallecidos. Muchas áreas siguen todavía totalmente incomunicadas. Nadie sabe qué ha sucedido en estos lugares.

Uno de los principales retos es evitar ahora las epidemias que podrían propagarse. "Aunque hasta ahora no ha habido ningún brote, hay por todas partes cadáveres de animales y personas que son focos de infección para los sobrevivientes", cuenta, en conversación telefónica, la responsable de Oxfam Internacional en el país, Heather Blackwell.

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Ahora los damnificados temen por su futuro: perdieron sus casas y sus formas de sustento, principalmente las cosechas. En algunas zonas de la costa, quedó arrasado hasta el 95% de los cultivos. "Esto tendrá efectos devastadores sobre el país a corto y a largo plazo", vaticina Oxfam. Bangladesh ya había perdido parte de sus cosechas con las inundaciones que hubo en julio.

La BBC asegura que algunos de los afectados no han podido comer en los últimos cuatro días y que ha habido casos extremos de luchas violentas por un poco de arroz.

Viviendas de bambú

Hasta unas 900.000 viviendas han quedado afectadas por el ciclón, "la gran mayoría destrozadas totalmente porque estaban construidas con materiales tan frágiles como el bambú", asegura el responsable de Acción contra el Hambre, Samir Maleh.

"La marea subió y lo inundó todo en pocos minutos. Yo logré salvarme, pero vi decenas de gente ahogarse, arrastradas por el agua. Sobre todo niños. Esta pesadilla me perseguirá toda mi vida", explica en conversación telefónica Shekh Asad, quien vivió el desastre en Sharan Khola, cerca de la frontera con India, una de las zonas más afectadas.

El sur de Bangladesh lidia cada año con violentos ciclones, pero el Sidr ha sido el más devastador desde 1991, año en el que fallecieron 143.000 personas. Varias ONG españolas ya están en el terreno tratando de aportar raciones de comida, medicina y pastillas purificadoras de agua, entre ellas Intermón Oxfam, Acción contra el Hambre, Cáritas y Plan España.

Un anciano agarrado a una cama ante su casa devastada por el ciclón en Choto Taltoli, al suroeste del país.
Un anciano agarrado a una cama ante su casa devastada por el ciclón en Choto Taltoli, al suroeste del país.AFP

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