"No se puede generar confianza en la gente con tanta chapuza"

Como médico de profesión -fue además consejero de Sanidad durante siete años-, Xavier Trias (Barcelona, 1946) sabe que lo más importante es la prevención. Por eso se queja de que las administraciones implicadas en la llegada del AVE a Barcelona actúen con tanta improvisación. Y encima sean incapaces, dice, de admitir sus errores. Trias cree que esta actitud no ayuda a que la ciudadanía recupere su confianza en la obra pública y justifica el temor que muchos barceloneses tienen por el paso del AVE por debajo de la ciudad.

Pregunta. Este caos que estamos sufriendo desde hace meses, ¿tendrá repercusiones políticas y costarle el Gobierno a José Luis Rodríguez Zapatero?

Respuesta. Es evidente que castiga más a los gobiernos de turno, pero en el fondo nos castiga a todos porque esta crisis aleja la política de los ciudadanos y supone una pérdida de confianza con los que mandan. Los catalanes no entienden que no salga el presidente de la Generalitat o el alcalde de Barcelona a defenderles y menos para arreglar este desaguisado. Y cuando salen es para pregonar que las soluciones propuestas, como la flota de autobuses, funcionan correctamente. Pues no señor. La gente cree que todo esto es un gran desastre. Aquí hay una gran improvisación. Y tanto los ciudadanos como yo mismo creemos que todo esto era previsible porque la entrada del AVE a Barcelona suponía un alto riesgo.

"Lo que está pasando estos días es gravísimo para la moral colectiva y para una ciudad en la que se tienen que hacer kilómetros y kilómetros de túneles"

"El principal problema es que las cosas se hacen mal y se informa peor. La gente habría comprendido que se hubiera interrumpido Cercanías con antelación"

"Me consta que la ministra de Fomento propuso alternativas al paso del AVE por Barcelona o, al menos, que se planteara con más calma"

P. Una entrada aceptada por todos los partidos.

R. Sí, lo reconozco. Pero he hablado con muchos técnicos que aconsejan construir un nuevo túnel de Cercanías y que el AVE use el actual por la calle de Aragó. Nos evitaría muchos problemas. Aquí lo que genera dificultad es el gran cruce de túneles y los riesgos que ello comporta. Sobre todo porque se está achuchando para inaugurar el AVE el día 21. Y encima te dicen que no pasa nada. Pues ya se ha demostrado que sí pasa y que se hacen chapuzas. Después del desastre del Carmel no se es capaz de generar confianza a la gente con tanta chapuza.

P. Las personas que dieron su beneplácito del Gobierno fueron dos consejeros, Felip Puig y Pere Macías, ambos ingenieros.

R. Fue una decisión colegiada. Aquí hacen falta dos cosas. La primera es una auditoría externa que controle las obras. La segunda, hacerlo bien para generar confianza a la gente y demostrar que en todas partes se pueden hacer túneles y no por eso las casas se hunden. Lo que está pasando estos días es gravísimo para la moral colectiva y para el futuro de una ciudad en la que se tienen que hacer kilómetros y kilómetros de túneles.

P. De todas formas Cercanías ha sufrido una crisis y eso ha producido un constreñimiento general seguramente porque el resto de las infraestructuras están al filo de la saturación.

R. El principal problema es que las cosas no se hacen bien y además se informa peor. La gente hubiera comprendido, con antelación, que se interrumpiese el servicio de Cercanías por causas de fuerza mayor. ¿Y qué se ha hecho? Pues decirle a la gente que no pasará nada y que a partir de septiembre todo se arreglará. Y la situación ha ido a peor. Entonces es normal que los usuarios se sientan engañados. Y ahora, me dicen los técnicos, viene lo peor, que es pasar por la Ronda del Mig. Por favor, que se dejen de improvisaciones y si tienen que tardar más de un mes, pues se tarda. Yo que soy médico sé que la prevención es una importante medida.

P. ¿Qué hay que hacer?

R. Primero, no tener prisa. Segundo, restablecer el servicio de Cercanías y que funcione bien. Y tercero, sentarse a hablar y decidir cómo se continúan las obras con total garantía. Y si fuera el alcalde de Barcelona encargaría una auditoría de las obras a una empresa externa. No puede ser que siendo CiU el principal partido de la oposición se entere de lo que ocurre por la prensa. Tendría que poder hablar con el señor Jordi Hereu, ¿no?

P. ¿Cree que el Gobierno va a aplazar la llegada del AVE?

R. Lo único que sé es que el Gobierno está desconcertado. Y también el Ayuntamiento, porque también está involucrado. Las decisiones se han tomado de forma conjunta. Y el Ayuntamiento tiene la culpa de tanta prisa porque nunca ha querido discutir con Fomento la entrada del AVE por Barcelona. Me consta que la ministra de Fomento [Magdalena Álvarez] propuso alternativas al paso del AVE por Barcelona o, al menos, que se planteara con más calma. Lo que yo planteo sobre el trazado de Barcelona puede ser verdad o mentira, puedo estar equivocado, pero no acepto que no pueda discutirse sencillamente porque lo propone la oposición. Fui el primero en pedir un tercer carril del AVE por el Vallès. Y miren, se está haciendo.

P. ¿Tiene que congelarse el traspaso de Cercanías previsto para el 1 de enero?

R. Estamos en un momento muy difícil porque no nos podemos cargar este muerto. Pero hay momentos en los que hay que ser valientes, de lo contrario CiU no hubiera asumido muchas competencias del Gobierno central cuando estábamos en la Generalitat. Si asumimos Cercanías no es para aplicar la misma gestión, sino otra diferente que debe funcionar mucho mejor.

P. Antes se ha referido a la falta de comunicación con el alcalde. ¿Jordi Hereu ha asumido que está en minoría?

R. El Gobierno está enrocado y adolece de una cierta chulería. Con la oposición se ha de tener buena relación y sobre todo con CiU, que tiene sólo dos concejales menos que el PSC. Hay mucha falta de diálogo y se aparta a la oposición en la toma de decisiones. Hereu carece de una mayoría confortable, pero parece que no lo ha asumido.

P. ¿Está dispuesto a dársela?

R. Al principio del mandato ya me dijo que no tenía ninguna intención de gobernar con CiU.