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Achraf instiga un conato de rebelión entre los 30 islamistas de la Operación Nova

Kamara admite que habló de comprar explosivos para atentar contra la Audiencia, pero de broma

Mohamed Achraf demostró ayer que es el líder de los 30 islamistas que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional por pertenecer a una célula salafista, inspirada en Bin Laden, que pretendía volar la Audiencia Nacional. Desde su puesto en la pecera dirigió un conato de rebelión, ordenando a sus huestes que se pusieran de pie para generalizar la protesta. El presidente del tribunal, Alfonso Guevara, viendo lo que se le venía encima, suspendió temporalmente la vista y ordenó a la fuerza pública que entrara en la sala y que utilizara la fuerza que fuera necesaria para reducir a los rebeldes. Finalmente, fueron los responsables de los servicios de seguridad de la Audiencia quienes en un alarde de oficio, recondujeron la situación y calmaron a los islamistas tras negociar con Achraf y Abdelkrim Bensmail, los líderes del grupo. Pero para entonces Guevara ya había advertido que Achraf era el emir del grupo y anunció que lo tendría en cuenta.

La chispa que había generado el incendio fue una tímida protesta por parte de Ahmed Mohamed, más conocido como Mouad Douas, quien en nombre de todos los acusados se quejó de que la larga duración de las sesiones del juicio no permitía que llegaran a tiempo para la cena en prisión y que los miembros de la Guardia Civil les habían maltratado durante los traslados.

Al final, el presidente hizo gestiones con Instituciones Penitenciarias, cuyos responsables garantizaron que los acusados podrán comer caliente cuando lleguen a prisión tras el juicio. Los supuestos malos tratos se referían a cacheos antes y después de las conducciones, pero el presidente precisó que se mantendrían, puesto que se trata de medidas de seguridad.

Vueltas las aguas a su cauce, el juicio discurrió con el interrogatorio de varios de los acusados. Todos negaron formar parte de la célula dirigida por Achraf y haber conspirado para atentar contra la Audiencia. "Nunca he manifestado mi voluntad de ser mártir", dijo Ahmed Mohamed. El más peculiar fue Kamara Birahime, quien admitió que había hablado con Achraf y el confidente Cartagena (Abu Jaber) de comprar 1.000 kilos de Goma 2 a un conocido suyo llamado Antonio, de etnia gitana, que vivía en la zona de El Egido (Almería), para atentar contra la Audiencia, pero señaló que lo dijo "jugando, como una tontería". "Todo era bla, bla, bla", insistió, "mentira pura". El tribunal tomó nota.

El juicio se reanuda hoy.

Los agentes obligan a sentarse a uno de los islamistas durante el inicio de la rebelión de ayer. A la izquierda, Ahmed Mohamed, que estaba declarando.
Los agentes obligan a sentarse a uno de los islamistas durante el inicio de la rebelión de ayer. A la izquierda, Ahmed Mohamed, que estaba declarando.EFE
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