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Un promotor hecho a sí mismo que se costeó de su bolsillo la campaña electoral

"El corazón me pide hablar, pero la cabeza y los abogados me recomiendan que no lo haga". Esa frase lacónica es toda la explicación que ha ofrecido Telmo Martín después de que su empresa apareciese implicada en el cobro de comisiones ilegales. El escándalo de los sobreprecios es el último disgusto que el ladrillo ha propiciado al recién nombrado presidente del PP en Pontevedra y ex alcalde de Sanxenxo, un político hecho a sí mismo y "sin cargas económicas", como acostumbra a repetir, que no halló problema para simultanear los cargos de consejero delegado en la promotora y el de alcalde en la localidad turística por excelencia de Galicia -Rajoy veranea allí desde niño- donde Construcuatro tenía importantes intereses urbanísticos. Martín fue elegido presidente, a pesar de que el asunto de los sobreprecios lleva ya un largo recorrido en los juzgados y los medios de comunicación.

Su álbum institucional incluye fotos junto al Rey, y otras personalidades habituales del Club Náutico de Sanxenxo. Tras ocho años como alcalde promotor, Martín, obtuvo un importante respaldo en Pontevedra, que le dejó a las puertas de la mayoría absoluta gracias a lo que los dirigentes del PP bautizaron como efecto Telmo. La campaña la pagó de su bolsillo. Durante su etapa de regidor, elaboró un Plan General que recalificó un humedal a la empresa en la que posee un 33%. "Siendo honrado todo se puede compatibilizar", responde a la pregunta por la confluencia de negocios y política.

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