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ETA falló su ataque en Logroño con 61 kilos de amonal por una chapuza de los terroristas

La bomba no estalló porque el cordón detonante era casero: una manguera rellena de pentrita

Jorge A. Rodríguez

Una chapuza del terrorista que fabricó la bomba evitó anteanoche que ETA volara la fachada de la Delegación del Ministerio de Defensa en Logroño. La banda había colocado en un aparcamiento público sito frente al edificio un coche robado el 3 de septiembre en Francia para que a las 23.30 del domingo estallara una carga de 61 kilos de amonal. Pero a la hora señalada para el estallido, sólo se escuchó una pequeña explosión. El ataque, que indiciariamente se atribuye al comando Vizcaya, se frustró porque el cordón detonante destinado a distribuir la explosión era casero (una manguera rellenada de explosivo) y falló.

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El aviso era claro. Un hombre que se expresó en Castellano avisó a las 23.10 al diario Gara de que a las 23.30 haría explosión un coche bomba que había sido aparcado frente a la Delegación de Defensa, en la calle Antonio Sagastuy. La amenaza fue transmitida a la Ertzaintza y ésta informó de inmediato a la policía en Logroño. La zona fue acordonada y se inició la espera.

La bomba estaba colocada en un Ford Fiesta oscuro, que lucía la matrícula 7054 CDP, correspondiente a un coche idéntico de un vecino de Fuengirola (Málaga). Estaba aparcado al otro lado de la calle, con el maletero mirando hacia la fachada del edificio oficial, de piedra y ladrillo. La sede estaba vacía al tratarse de un domingo y en su interior no duerme nadie.

A las 23.25 se pudo escuchar "una explosión de baja intensidad", como la califico ayer el secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho. El leve estallido llevó la duda a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía desplazados a la zona, especialmente a los artificieros del Tedax. Pensaron que podría tratarse de un coche con una bomba trampa, pero también que podría ser un nuevo fallo, el quinto, en los atentados que ETA ha intentado desde el final oficioso y oficial de la tregua.

Éste fue el motivo por el que las primeras noticias sobre el atentado llegadas en la madrugada de ayer apuntaran a que se trataba de "una pequeña carga explosiva", similar a la que la banda colocó en la pasada operación retorno de las vacaciones, que apenas hizo un mínimo cráter en la arena.

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Los Tedax tuvieron que ir a comprobar. Lo hicieron a mano y a ojo. Los artificieros abrieron una puerta lateral del vehículo y miraron la parte trasera, incluido el maletero, abatiendo uno de los asientos. Lo que vieron no dejaba lugar a dudas. Allí había dos ollas a presión industriales, rodeadas por el exterior de cinta americana (gris, adhesiva, extensible y muy resistente) y una garrafa negra que parecía contener un líquido inflamable. "Vieron una carga importante, de tamaño medio, cuya explosión hubiera comprometido la seguridad de nuestros conciudadanos", aseguró Antonio Camacho.

Los artificieros se pusieron manos a la obra. El maletero fue abierto mediante un disparo del robot articulado que utilizan los Tedax para manipular artefactos a distancia. La bomba pudo ser definitivamente desactivada (separados todas sus partes y aislada la carga explosiva) a las 7.15 de ayer. El artefacto era un montaje clásico de ETA. Dos ollas de gran capacidad que contenían 61 kilos de amonal, una carga que estaba rodeada de cordón detonante para homogeneizar el estallido.

El temporizador había funcionado y el detonador había estallado, pero la bomba estaba intacta. Los artificieros aseguran que lo que falló fue el cordón detonante que, según las fuentes consultadas, era casero, fabricado por la propia banda. Se trataba, aseguran estas fuentes, de un tubo tipo manguera, relleno de explosivo pentrita, totalmente casero, que no cumplió su función criminal.

El coche había sido robado en Oradour Sur Vayres, un pueblecito entre Angulema y Limoges, muy al norte para la zona habitual en la que ETA suele robar coches. La sustracción se produjo el 3 de septiembre, dos días después de que fuera detenido en Cahors el comando que había perpetrado las últimas grandes acciones terroristas de la banda, entre el que estaba Luis Ignacio Iruretagoyena, el máximo experto en bombas de ETA. Por ello, los investigadores están convencidos de que el atentado de Logroño era la respuesta a dicha operación y, también, la vía con la que la banda quería dejar claro que la vasta amenaza de su último comunicado es para cumplirla.

La mecánica criminal hace pensar a los investigadores que el ataque es obra del comando Vizcaya (activo y con infraestructura), salvo por el dato de que el coche fue robado en Francia y por el hecho de que la matrícula falsificada que se le había colocado pertenece a un coche de Fuengirola, con unos cuatro años de antigüedad.

Camacho: "Buen trabajo de la Ertzaintza"

La actuación de la Ertzaintza el domingo durante la manifestación en favor de los presos en San Sebastián fue "un buen trabajo", que merece "una felicitación". El secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho, sólo tuvo ayer palabras de elogio para la policía autonómica vasca, que el domingo disolvió sin contemplaciones la marcha convocada en la capital donostiarra por la izquierda radical abertzale. "Tenemos que felicitar a la Ertzaintza por el buen trabajo de ayer para garantizar la seguridad de los ciudadanos", aseguró Camacho al ser preguntado por el asunto durante la rueda de prensa que ofreció para dar detalles del último atentado fallido de ETA. "La Ertzaintza puso de manifiesto que el Estado de derecho tiene una actitud especialmente clara y que así va a seguir" mientras ETA y su entorno mantengan su actual línea de golpear en todos los frentes. "Lo que me queda es desear que el ertzaina herido sea dado de alta lo antes posible", añadió el número dos de Interior.

Camacho respondió también al último comunicado de ETA, en el que la banda terrorista reitera que va a seguir haciendo lo único que sabe: atentar. "ETA opta por la violencia y el único camino que tiene esa opción es su fin, la cárcel o la desaparición de la banda", sentenció. El secretario de Estado subrayó que ETA "se ha vuelto a meter en una locura criminal", frente a la que tan sólo cabe "intensificar el esfuerzo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del estado".

Camacho no quiso valorar más del comunicado, del que los expertos antiterroristas consultados han subrayado su lenguaje "poco político y muy militar".

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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