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Reportaje:Retratos de víctimas de la carretera

"Los accidentes son la gran lacra social"

La siniestralidad vial causa el 60% de las 1.500 lesiones medulares que hay al año en España

Alberto de Pinto no pierde el tiempo buscando excusas. Tiene 54 años y lleva desde los 18 sobre una silla de ruedas por un accidente del que nadie más que él tuvo la culpa: "Un chaval joven, un coche potente, las prisas, las ganas de fardar...". Entonces ya tenía claro que quería ser médico, pero no que dedicaría su vida a tratar a los que, como él, sufren lesiones medulares. Pinto es uno de los especialistas del Hospital de Parapléjicos de Toledo, y preside la Federación de Asociaciones de Lesionados Medulares de España (Aspaym).

La entidad integra a 14 colectivos que agrupan a unos 12.000 socios "activos", aunque trabajan por los derechos de los 35.000 afectados que se calcula que existen en España. Cada año se suman 1.500 nuevos lesionados, de los que al menos el 60%, según estima Aspaym, han sufrido un accidente de tráfico.

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El doctor De Pinto es un hombre sereno, pero cuando habla de la siniestralidad frunce el ceño. "Los accidentes de tráfico son la mayor lacra de las sociedades modernas", exclama. Todavía recuerda a aquel amigo que le preguntó cómo se atrevía a viajar a Egipto, por el riesgo de atentados. "Yo le contesté que las muertes de tráfico en España superan a las de cualquier país por asesinatos terroristas". En lo que va de año, la mortalidad ha descendido en un 10% respecto a 2006. Pero

más de 1.700 fallecidos y cerca de 750 heridos graves en menos de ocho meses siguen siendo demasiados.

"Las cifras no me sorprenden", advierte De Pinto, "pero me producen lástima, porque los accidentes se pueden evitar". El médico opina que, más allá de la mejora de las carreteras y de la mano dura con los infractores, la clave está en cambiar los comportamientos de los conductores a base de educación. "Los anuncios de la DGT no sirven, porque no impactan", aclara De Pinto. "La gente cree que esto sólo le pasa a los demás. Pero seguro que dejan de correr si comprenden que pueden quedarse en una silla de ruedas para toda la vida, o matarse".

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Hace dos meses, Aspaym llevó a cabo una campaña en la que 110 voluntarios se presentaban en los controles de alcoholemia para advertir a los conductores de las consecuencias de los accidentes. Para la federación de lesionados medulares, ese es el camino a seguir. "La imposición no funciona, pero la educación sí", explica su presidente, que apuesta por llevar a cabo programas que inculquen a los niños la importancia de la conducción responsable desde edades tempranas. Además, en la línea de lo que propuso el fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, De Pinto reclama que se establezcan sanciones de carácter reeducador, obligando a los infractores a colaborar en las actividades que organizan las víctimas. De Pinto reconoce que todo eso cuesta dinero, aunque matiza que serían "migajas" para cualquier ministerio. Y lamenta que las autoridades no inviertan "todo lo que deberían" en prevención, "siendo conscientes de que ésta es una lacra con mayúsculas".

En el hospital, el doctor ha corroborado que las lesiones medulares "se ceban, sobre todo, con la gente joven". La edad media de los motoristas ingresados en el centro -los que sufren las tetraplejias "más severas"- es de 27 años. Sin embargo, el drama no les hace recapacitar: "Cuando vuelven a coger el coche son igual de imprudentes que antes. Encajan mal la lesión, y sienten la necesidad de demostrar que son iguales a los demás. Y corren demasiado". Al doctor le pasó lo mismo tras su accidente. "Cambié mi manera de conducir con el tiempo, cuando asimilé que no era inferior al resto".

Los pacientes con lesiones medulares pasan por varios estados de ánimo: "Primero se culpan de lo ocurrido, y más tarde aceptan su situación". Lo que nunca se debe hacer, avisa el especialista, "es someterles a un trauma innecesario diciéndoles que se van a quedar en una silla de ruedas para toda la vida. Lo comprenderá con el tiempo".

De Pinto puntualiza que la integración también depende del resto de los ciudadanos. Y los españoles, a su juicio, "se preocupan muy poco" por fomentarla. Un ejemplo: el doctor, que es socio del que él considera "el mejor equipo del mundo", el Real Madrid, tenía previsto presenciar anoche el partido contra el Sevilla en el Santiago Bernabéu. De Pinto pidió en su día que el club habilitara una zona adaptada a las necesidades de los discapacitados. "Lo conseguimos, pero cuando vas a un partido sólo hay tres o cuatro en silla de ruedas. El resto está ocupado por otras personas. Es inconcebible".

El doctor Alberto de Pinto, en el patio de su domicilio en Toledo.
El doctor Alberto de Pinto, en el patio de su domicilio en Toledo.GORKA LEJARCEGI

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