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Reportaje:

Invertir en sostenibilidad

Las empresas catalanas se adaptan al cambio climático y descubren nuevas vías de negocio

La emisión continuada de gases de efecto invernadero a la atmósfera provocará este siglo un aumento de la temperatura de entre 1,9 y 4,6 grados, según la ONU. Se abre un nuevo horizonte que exige a los empresarios un cambio de mentalidad y la inclusión de la preocupación por el medio ambiente en su lista de prioridades. En síntesis, se trata de reducir la dependencia de las energías tradicionales -gas, petróleo y carbón- y potenciar las renovables -solar y eólica-. En Cataluña algunas empresas ya se han puesto manos a la obra. El reto es respetar el medio ambiente sin perder cuota de negocio.

Bodegas Torres, una empresa dedicada a la elaboración de vinos desde 1870, se ha comprometido a invertir 10 millones de euros durante la próxima década. Con este dinero financiará la instalación de placas fotovoltaicas que, según los cálculos de la empresa, se traducirá en un ahorro del 15% en consumo energético. Además, ampliará su parque de placas solares hasta un 70% para la producción de agua caliente. "Somos conscientes de que las cosas están cambiando y queremos hacer nuestra pequeña contribución", afirma Miguel Torres, presidente del grupo. Estas bodegas poseen casi 2.000 hectáreas de viñedo que se extienden por toda Cataluña. Torres anunció que a corto plazo se extenderán hacia los Pirineos: "Si el calentamiento global avanza, las viñas también deben moverse".

Bodegas Torres invertirá 10 millones de euros en placas solares y fotovoltaicas

La sostenibilidad también puede ser una oportunidad de negocio. Grans de Lluçanès, una empresa catalana dedicada a la comercialización de productos agrícolas, ha apostado por producir pellets, un combustible granulado compuesto de resina y virutas de madera muerta para calentar estufas domésticas y calderas industriales. El nuevo producto tendrá que competir con el gas, el petróleo y la electricidad. "La gente todavía no tiene asumido que puede calentar sus casas con otras energías", explica Josep Soler, propietario de la empresa.

El pellet sólo es apto para utilizar en calderas o estufas de biomasa. Por el momento en Cataluña sólo hay unas 400, aunque son mucho más baratas porque están subvencionadas por la Unión Europea. Este combustible emite menos CO2 que sus homólogos tradicionales. "No hemos inventado nada. Simplemente nos hemos limitado a copiar un modelo que ya existía en los países nórdicos", concluye Soler.

En 2004 Cerámica Piera, una empresa dedicada a la fabricación de ladrillos y adoquines, obtuvo el Premio Energía de la Generalitat. Su mérito, la utilización de biogás, un combustible ecológico que ahorra una media de 16.000 toneladas de CO2 al año. "Extraemos esta energía de un vertedero que hay cerca de nuestras dos fábricas de cerámica", señala un portavoz de la empresa. "La basura desprende gas, y después de tratarla convenientemente se convierte en el combustible con el que cocemos los ladrillos", explica. El sistema es rentable: "Desde que utilizamos el biogás, ahorramos hasta tres millones de euros al año".

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"Las empresas deben afrontar la lucha contra el cambio climático desde varios frentes", indica Lluís Torrent, vocal del Colegio de Ambientólogos de Cataluña. "Hay que trabajar en el tema del transporte, en la gestión de los residuos que generan esas empresas y en la reducción de su consumo de energía", añade.

Las sedes de nueva construcción ya se rigen por parámetros sostenibles: ampliar cristaleras para aprovechar al máximo la luz del sol, sistemas de calefacción más racionales y eficientes, y placas solares en el techo de los edificios. Los problemas llegan cuando hay que hacer frente a reformas en fábricas y empresas cuya actividad se remonta a muchos años atrás. "En muchos casos no es necesario hacer inversiones extraordinarias para ser más sostenibles", dice Josep Puig, asesor de empresas en temas medioambientales. "Basta con cambiar las pautas del consumo de energía. Luego todo son beneficios, porque se reduce la contaminación y los empresarios tienen que pagar menos en la factura de electricidad", añade.

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