"La mejor empresa pública es la que no existe", afirma el sucesor de Cuevas
Díaz Ferrán, presidente de CEOE, aboga por privatizar y reforzar la unidad de mercado
Pocas veces los nuevos cargos lanzan mensajes tan rotundos. El nuevo presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, se estrenó ayer con un alegato por la privatización de los servicios públicos apenas unos minutos después de ser investido. "La mejor empresa pública es la que no existe", sentenció el líder de la patronal, que toma el relevo de José María Cuevas tras 23 años en el poder. Díaz se mostró partidario de "externalizar todos los servicios públicos" con el argumento de que funcionan mejor y ofrecen más calidad.
Ante la asamblea de CEOE, el recién nombrado presidente se limitó a esbozar su idea sobre el papel de los poderes públicos en la economía: "Menos intervencionismo, más desregulación, externalización de los servicios públicos". Preguntado por la prensa, aclaró que se refería a todos. "Las empresas públicas que existen lo que tienen que hacer es privatizarse", remachó.
Plan desde abajo
Entre sus planes inmediatos figura elaborar un plan estratégico que guíe los destinos de los empresarios en España. Se tratará de un proyecto "de abajo arriba", idea rompedora en una organización poco dada a reflexiones internas. Todas las empresas, "desde las pequeñas a las grandes", tendrán la posibilidad de exponer los problemas que consideren importantes y trasladarlos a la cúpula. Lo harán a través de las organizaciones sectoriales y territoriales.
Con este proceso, Díaz iniciará el deshielo con algunas de esas organizaciones autonómicas, especialmente Fomento del Trabajo. El nuevo presidente visitará "lo antes posible" al de la patronal catalana, Juan Rosell, al que considera "un buen amigo". Molesto con la gestión de Cuevas al frente de la CEOE, Rosell intentó disputarle la presidencia el año pasado, pero finalmente se echó atrás.
El líder de la patronal se mostró preocupado por la unidad de mercado. Las disparidades autonómicas, a su juicio, restan competitividad. "Eso hace que algunas empresas que podrían venir a España elijan otros países" explicó. Reivindicar la unidad de mercado ha sido una de las máximas de la patronal en los últimos años.
Tanto Díaz como Cuevas ensalzaron en sus intervenciones el papel de la Corona. Y aludieron a los efectos del terrorismo en la vida pública. Cuevas abogó por dialogar siempre, con un matiz: "entre gente de bien y entre organizaciones pacíficas y democráticas".
Más allá de los mensajes, la asamblea se convirtió en una emotiva despedida de Cuevas, que permaneció sereno pese a los continuos aplausos y los elogios de sus compañeros. La mayor ovación la recibió la mujer de Cuevas, Pilar, que seguía el acto desde las primeras filas del recinto ferial de Madrid, donde se celebró la asamblea. Díaz le pidió perdón "por haber robado tanto tiempo a José María", a lo que ella respondió con un saludo a la sala. Como tributo a su labor, la asamblea nombró a Cuevas presidente de honor de CEOE. "Muchas gracias para siempre", se despidió.
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