_
_
_
_
_
Elecciones 27M

Alcaldes incombustibles

Varios municipios mantienen a sus regidores tras siete legislaturas y 28 años en el cargo

Sus partidos políticos los cuidan como oro en paño. Son alcaldes en el cargo desde que se instauró la democracia. Su testimonio es la memoria de su pueblo, la mayoría empezaron animados por aclamación popular y algunos admiten que estas serán sus últimas elecciones. Todos han visto cómo en sus pueblos la agricultura ha perdido peso en favor de la construcción. Jaume Pascual, uno de estos regidores incombustibles, que fue el alcalde más joven de la democracia, no olvidará nunca las pintadas que aparecieron en su municipio, Alquería de Aznar, en las que se leía "un bebé no puede ser alcalde".

"Al llegar la democracia me animaron, y aquí sigo", relata el primer edil de Benimantell
"En pueblos pequeños lo importante es el candidato", asegura el regidor de Adsubia
Más información
36 años y sigue

Todo empezó cuando Jaume Pascual regresó de cumplir con el servicio militar y frecuentaba las reuniones clandestinas en las que oía a republicanos que volvieron del exilio. "Me encantaba escuchar atentamente sus experiencias", recuerda ahora emocionado, así que fundaron la agrupación socialista y el ex alcalde republicano de Muro d'Alcoi, conocido popularmente como el tío Batiste, dijo en una asamblea: "Si queremos cambiar las cosas en este país debemos contar con la gente joven". De esta manera y por unanimidad fue elegido candidato a alcalde de su pueblo. Así se convirtió en el alcalde más joven de la democracia con tan sólo 23 años, y sigue en el cargo.

Recuerda con amargura la noche del 23-F con el intento de golpe de Estado. "Me quedé en el Ayuntamiento hasta que oí el mensaje del Rey". Luego, en 1983, esta localidad de El Comtat afrontó una de sus peores crisis económicas. "Muchos decían que sin la papelera el pueblo desaparecería", admite el alcalde de esta localidad famosa por la empresa papelera. En Alquería de Aznar estaban las fábricas de papel de tabaco para liar, azotadas por la crisis industrial de los años 80. Más de 400 personas trabajaban en la papelera que anunció su cierre. El acuerdo entre sindicatos, empresa y ayuntamiento permitió "que la máquina 19 no se vendiera y reorientamos la oferta de suelo industrial", con la construcción del polígono El Bambú y otros dos nuevos, de manera que ahora la economía local está en alza.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Juan José Menargues, del PP, es alcalde de Formentera del Segura, en la Vega Baja, tiene 70 años, empezó en 1979 y no pierde el interés. Cuando conversa con EL PAÍS se encuentra repartiendo puerta por puerta los sobres con los votos para el próximo domingo. "Yo estaba tranquilo en casa, vinieron unos amigos que estaban en UCD y me convencieron", recuerda ahora el alcalde de esta localidad que "ha cambiado un 200%".

Felip Miralles ahora tiene 68 años pero la primera vez que fue elegido alcalde de Benimantell por el PSOE tenía 40 años. En esta pequeña localidad de la Vall de Guadalest, que no llega a los 500 habitantes, las cosas han ido cambiando. Antes todos sus habitantes vivían de la agricultura y ahora se dedican a la construcción o los servicios, arrastrados por el turismo. "Yo nací en guerra, entonces no podíamos hablar de política, pero cuando llegó la democracia me animaron a presentarme, y aquí sigo", comenta el veterano político, que acumula decenas de anécdotas tras 28 años de mandatos,

En el extremo sur de la provincia de Alicante, José Rocamora es alcalde por el PP en la Granja de Rocamora (Vega Baja). "Teníamos ansias de cambiar el país y participar en las instituciones democráticas", recuerda este regidor que empezó a sus 31 años en el cargo por el Partido Liberal, luego pasó a la UCD de Adolfo Suarez y se presentó de independiente por Alianza Popular hasta recalar en el PP. "La experiencia ha sido positiva, la transformación de este pueblo agrícola, evidente", explica.

En Adsubia, un pueblo de 700 habitantes del interior de la Marina, su alcalde Manuel Reig tiene 57 años y ha pasado por todas las opciones de centro derecha (UCD, AP y PP). En el Ayuntamiento el PP gobierna con mayoría absoluta al tener 5 ediles. El Bloc, en la oposición, tiene dos y los socialistas ninguno. "Igual da un partido que otro, yo siempre he sido de centro derecha, pero en los pueblos pequeños lo importante es el candidato", dice.

Si una vida es realmente apasionante y tiene una novela es la del alcalde de Domeño, Vicente Madrid, que tiene 86 años y lleva gobernando desde 1983. El edil recuerda que en la Guerra Civil luchó en el bando republicano, estuvo en la cárcel en julio de 1939, un año antes se afilió al PSOE y por tener un hermano en el Partido Comunista fue de nuevo detenido y encarcelado. En esta localidad del Camp de Túria, con 700 habitantes, pasaron de no ser nada, un pequeño pueblo agrícola, "a un pueblo agradable próximo a Valencia y con servicios".

Josep Almenar es alcalde de Picanya por el PSPV. Empezó de concejal en 1979, tenía 30 años, y el primer alcalde de la democracia en esta localidad valenciana fue Ciprià Ciscar, que en 1983 se fue a las Cortes Valencianas y dejó la vara de mando. Almenar preside la alcaldía desde hace 24 años. "Tenemos un proyecto de ciudad definido que ha sido avalado y compartido por los ciudadanos en cada elección", explica este primer edil que gobierna con una cómoda mayoría de nueve concejales para el PSPV y cuatro para el PP. Ahora, como el municipio ha superado los 10.000 habitantes, pasarán de 13 a 17 concejales. "Hay que ir pensando en la renovación, pero ya llegará el momento", admite Almenar que ahora tiene 58 años.

Avel·lí Roca, del PSPV, no cobra de alcalde. Su pueblo, Tírig, en la comarca de L'Alt Maestrat, tiene unos 600 habitantes y los socialistas cuentan con cuatro concejales frente a tres del PP. Su trayectoria política comenzó en 1979 cuando fue elegido concejal y desde 1983 es el alcalde. "La política me viene de mi abuelo, que era de Esquerra Republicana, y yo en 1977 me afilié al PSOE. Entonces estudiaba Derecho en Valencia", recuerda a sus 56 años. "He mejorado el pueblo en lo que he podido, me quedan las carreteras que el señor Fabra no quiere arreglar", se lamenta este edil, que asegura enviar cada semana una carta a la Diputación de Castellón para que mejoren los accesos viarios al pueblo.

En la provincia de Castellón otros alcaldes veteranos son Gonzalo Centelles, regidor de Costur por el PSPV, y Luis Tena, de Sant Jordi, por el PP, que llevan desde el año 1979 en el cargo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_