El patrón de la F-1 vincula el gran premio de Valencia a la victoria electoral del PP
Camps acepta la condición impuesta por Ecclestone, y el PSOE lo considera "intolerable"
El patrón de la fórmula 1, el británico Bernie Ecclestone, reventó ayer la campaña electoral en Valencia. Ecclestone, en un acto convocado por la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia, condicionó la celebración de un gran premio de F-1 en Valencia a la victoria electoral de los populares Francisco Camps y Rita Barberá. Camps, lejos de corregir al empresario británico, agradeció a Ecclestone que le dijera esas "cosas tan preciosas" y se comprometió a esforzarse en ganar las elecciones. Los socialistas reaccionaron al escándalo y tanto Joan Ignasi Pla como Carmen Alborch lo tacharon de "chantaje intolerable".
Los socialistas piden que se replique en las urnas al "chantaje" y Rajoy avala las condiciones
Bernie Ecclestone no tuvo ayer ningún reparo en poner la fórmula 1 al servicio de los intereses electorales del PP, tras dos años de relaciones con Francisco Camps y Rita Barberá, en las que ha jugado un importante papel Alejandro Agag, yerno del ex presidente José María Aznar.
Inicialmente, Ecclestone debía comparecer junto a Camps y Barberá para anunciar que Valencia entrará a partir de 2008 en el circo de la F-1 con un circuito urbano cuyo trazado recorrería la recuperada dársena del puerto y los nuevos barrios próximos a la Ciudad de las Artes de Valencia.
La sorpresa, sin embargo, saltó cuando Ecclestone tomó la palabra en una sala atestada de medios de comunicación y afirmó: "Hace dos años conocí a Camps y me enamoré de él, y luego conocí a la alcaldesa y me enamoré de ella. Nadie podría hacer mejor este trabajo por la fórmula 1". Y prosiguió: "Conmigo no van los nombres de las grandes ciudades, creo en las personas. Creo en las personas y siento comunicarles que, aunque el contrato está perfecto, no se firmará hasta después de las elecciones".
Acto seguido tomó la palabra Camps en un escenario del que tan sólo 20 minutos antes se habían tenido que retirar los logotipos de la Generalitat por orden de la Junta Electoral.
"Gracias a Bernie Ecclestone por la confianza y el cariño que me ha mostrado todos estos años, por decir estas cosas tan preciosas, como es vincular el gran premio de F-1 a que yo continúe siendo presidente de la Generalitat", continuó Camps. "Yo le puedo asegurar que en los próximos días voy a intentar con mi esfuerzo ganar estas elecciones".
El presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, defendió, desde Melilla, la decisión de Ecclestone de condicionar el circuito de carreras a la victoria autonómica y municipal del PP. "El dueño de la fórmula 1 hace los convenios que le parece bien e impone sus condiciones, y ahí no voy a entrar", sentenció Rajoy.
Desde el PSOE, la secretaria de Política Económica, Inmaculada Rodríguez Piñero, exigió a Francisco Camps que explique "qué le ha ofrecido a Bernie Ecclestone para que la celebración del gran premio de fórmula 1 esté condicionada por el resultado electoral". "¿Le ha dado un privilegio bajo cuerda que el Gobierno valenciano de Ignasi Pla [el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat] no le daría?", se preguntó la socialista.
Los gobiernos de Camps y Barberá trabajan desde hace dos años para garantizarse la celebración del gran premio de fórmula 1 que se celebrará en Valencia con el nombre de Gran Premio de Europa -el de España ya se celebra en el circuito catalán de Montmeló-.
La paradoja está en que el esfuerzo empleado por las Administaciones públicas otorgará los mayores beneficios a un grupo de empresas privadas. El acuerdo que Ecclestone prevé firmar si el PP valenciano revalida su poder no es con la Generalitat, que dispone del prestigioso circuito de Cheste, a tan sólo 20 kilómetros de Valencia. El contrato será entre la empresa de Ecclestone (Formula One Administration) y la firma Valmor Sport (que preside el propietario de Pamesa, Fernando Roig y en la que participan también el ex piloto Jorge Martínez Aspar y Bancaja, la entidad de ahorros que preside el ex presidente de la Generalitat con el PP José Luis Olivas).
Valmor Sport es, supuestamente, la que asume el pago de un canon que rondará los 26 millones de euros anuales a cambio de explotar una parte de los derechos del circuito y la carrera que se celebraría en Valencia durante los próximos siete años (de 2008 a 2015). Pero la inversión principal ha corrido a cargo de las Administraciones gobernadas por el PP. La Generalitat encargó en marzo a la empresa pública Ente Gestor de la Red de Transportes y Puertos "el desarrollo de los equipamientos necesarios para el ámbito de un circuito urbano de automovilismo". Se trata de una empresa pública creada por Camps en 2003 para solucionar el colapso económico y funcional de la red de metro de Valencia.
La exigencia del magnate británico provocó la reacción de los socialistas valencianos y el resto de partidos de la oposición. El PSOE presentó ayer un recurso ante la Junta Electoral.
La candidata socialista a la alcaldía de Valencia, Carmen Alborch, tachó la pretensión de Ecclestone de "chantaje intolerable". "Este tipo de avisos, condicionamientos e intentos de chantaje tienen una gravedad extrema", dijo Alborch, que pidió a los ciudadanos que respondan en las urnas el próximo día 27.
El candidato del PSPV-PSOE a la Generalitat, Ignasi Pla, calificó de "intolerable que venga un señor de fuera a decir quién tiene que ganar las elecciones" y que Camps lo acepte y lo comparta, informa Cristina Vázquez. "Estoy seguro de que los valencianos sabrán rechazar esta humillación el 27-M", dijo.
La coalición Compromís pel País Valencià tachó a Camps y a Ecclestone de "extorsionadores políticos".
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