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Reportaje:

20 años para concluir la autovía

La apertura hoy del penúltimo tramo del corredor del Cadagua acerca a Bilbao las localidades de Las Encartaciones

Veinte años y más de 265 millones de euros de inversión para una carretera de 37 kilómetros. Ha costado construirla, tanto en tiempo como en dinero, pero este año culminarán las obras del corredor del Cadagua, el vial de 29 kilómetros que une Bilbao y la comarca de las Encartaciones, la zona más aislada de Vizcaya.

Hoy se abre el penúltimo tramo, la llamada variante de Alonsotegi, la más complicada por la orografía. "Ha sido la obra técnicamente más compleja en la historia de las carreteras de Vizcaya", subrayó ayer el diputado general, José Luis Bilbao. Los datos lo corroboran: se han realizado dos voladuras cada tres días (más de 400 en los 31 meses de trabajos) y empleado medio millón de kilos de explosivos, se han ejecutado nueve estructuras entre túneles y viaductos y ha habido que recurrir a 35 kilómetros de bulones para coser las laderas.

En Alonsotegi se han realizado más de 400 voladuras en los 31 meses de trabajos

Este tramo, de 4,4 kilómetros, se ha abierto paso por la ladera del monte y los desmontes han alcanzado los 75 metros de altura. En una zona ha habido que construir un viaducto -no previsto en el proyecto-, porque se producía un corrimiento de tierras hacia la actual carretera BI-636. A estos problemas se ha unido la necesidad de salvar las tuberías de abastecimiento que se dirigen a la margen Izquierda, explicó el director foral de Obras, Carlos Estefanía.

Los vecinos de Alonsotegi pueden dar fe de las dificultades: las viviendas y la carretera que atraviesa el municipio está justo debajo de la autovía. Las explosiones causaron hasta cuatro incidentes con desprendimientos de rocas junto a edificios, lo que llevó a la Diputación a instalar 16 kilómetros de malla dinámica como la que se utiliza en las carreteras de montaña. "Hemos sufrido, pero también hemos aprendido con vistas a la Variante Sur metropolitana", dijo el diputado vizcaíno de Obras Públicas y Transportes, Eusebio Melero, en alusión a la nueva autovía, la llamada Supersur, que pretende desatascar la A-8 a su paso por el área del Gran Bilbao y que discurrirá también por el monte.

Las dificultades y los cambios del proyecto han elevado un presupuesto adjudicado en 55,6 millones hasta los 63 millones, a los que se añaden otros 6,5 de expropiaciones y la reposición de los servicios afectados. En las obras han llegado a trabajar a la vez 500 operarios.

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Ahora queda pendiente el último tramo, entre las afueras de Alonsotegi y el barrio de Sodupe, de 49,9 kilómetros y 68,8 millones. Los trabajos, iniciados en el verano de 2005, está previsto que concluyan en septiembre. Las dificultades tampoco son escasas, ya que habrá un túnel y seis viaductos, como en el tramo de la variante de Alonsotegi.

Con su apertura habrá llegado a su fin el corredor del Cadagua, que dará servicio a una población de 50.000 habitantes y acercará a Bilbao unos municipios que en los 80 tardaban una hora para llegar en coche a la capital. La autovía sitúa a Balmaseda a escasos 17 minutos de Bilbao (ahora se requiere más de media hora), Zalla a 14 minutos y Alonsotegi a menos de cuatro. Pero además de los vecinos de estas localidades, los grandes beneficiarios serán los miles de vizcaínos que tienen segundas residencias en Burgos y que verán como un mal recuerdo el calvario de caravanas durante los fines de semana.

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