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18 territorios, 18 carreras sanitarias

Médicos y enfermeros se enfrentan a Sanidad por las desigualdades entre comunidades - Los sindicatos mayoritarios apoyan las protestas de los MIR

Un médico especialista o una enfermera de un hospital de Baleares ascenderá cada cinco años, sin otro requisito que la antigüedad. En cambio, un profesional de Extremadura lo podrá hacer a los 5, 12, 20 y 25 años, pero deberá demostrar que ha realizado labores de investigación, docencia, que se ha "comprometido con la organización sanitaria", como la exclusividad, y tendrá que presentar una autoevaluación. Desde el comienzo de su carrera su situación económica será diferente. Un médico de algunos servicios catalanes parte de un sueldo de unos 39.000 euros al mes; su homólogo en Baleares de casi 60.000 (una cifra que no incluye las guardias).

Un médico de Baleares puede llegar al nivel máximo en 20 años. El de Aragón, en 30

Con estas condiciones, representantes de los sindicatos mayoritarios -la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), CC OO, y el Sindicato de Enfermería SATSE- exigieron ayer al Ministerio de Sanidad que intervenga para acabar con esta "inequidad". Si no, ésta aumentará, lo que puede llevar a desmotivar a los trabajadores, frenar su movilidad y, a la larga, supondrá que en las comunidades que menos paguen o tengan una carrera más difícil se queden con los profesionales menos capacitados.

Esta situación es el fruto de las distintas carreras profesionales que cada comunidad autónoma ha desarrollado. Hasta la aprobación de las leyes de Ordenación de Profesiones Sanitarias y del Estatuto Marco, a finales de la anterior legislatura, sólo la antigüedad diferenciaba a quien tenía 20 años de experiencia del que acababa de llegar al sistema.

El desarrollo de la carrera profesional se ha hecho a la vez que las últimas comunidades asumían la gestión del sistema sanitario. El resultado es que hay 18 modelos (las 17 comunidades más Ceuta y Melilla), con periodos para ascender y criterios distintos. Además, en unos sitios un médico puede perder el nivel si suspende una revisión [ver gráfico]. El sistema rige también para la enfermería, con el agravante de que estos trabajadores aún no han desarrollado las especialidades que les permitan dar y recibir por su valor añadido.

Según los representantes sindicales, el departamento que dirige Elena Salgado se "ha inhibido" en la regulación de los aspectos laborales. Esto puede tener consecuencias no sólo "para la salud laboral de los trabajadores, sino para la calidad del servicio" que se presta, dijo la secretaria de Sanidad de CC OO, María José Alende.

El director general de Recursos Humanos del Ministerio de Sanidad, José Antonio Benedicto, respondió que, competencialmente, no puede ir más allá que una regulación de mínimos. "Se les propuso a las comunidades fijar unos máximos y unos mínimos [en salario y otros conceptos], pero éstas lo rechazaron", afirmó Benedicto a este periódico.

Esta situación de desigualdad -que se suma a la diferente oferta de servicios sanitarios-, puede agravar la falta de profesionales, dijeron los representantes sindicales. "Los MIR no van a escoger plaza en función del programa formativo, sino por las remuneraciones", dijo Carlos Amaya, de CESM.

La falta de una regulación conjunta es sólo uno de los aspectos que irrita a los sindicatos con Sanidad. Ayer insistieron en que debe convocarse el Foro Marco para el Diálogo Social, el organismo con representación de las Administraciones y los trabajadores para discutir la política de personal. El Foro sólo se ha reunido tres veces desde 2005, la última hace más de un año, "y eso con la que está cayendo", criticaron.

Benedicto contesta a estas críticas que el Foro se ha reunido "cuando ha hecho falta". En esta legislatura, para discutir el real decreto sobre la regulación laboral de los MIR (los 20.000 médicos internos residentes que pasan cuatro años en centros públicos trabajando a la vez que se especializan). Pero ni siquiera sobre estas reuniones están de acuerdo sindicatos y Sanidad. Para Benedicto, acabaron con la firma de un acuerdo. Alende y Amaya retaron ayer al Ministerio a que "ponga encima de la mesa ese acuerdo". "Lo que hay es un acta del fin de la negociación", declararon.

El tema de los MIR es el más urgente. Éstos insisten en que con el decreto se regula su situación -lo que es mejor que no tener normativa-, pero a la vez se consagran situaciones como que las jornadas puedan ser de 32 horas (24 de una normal, guardia incluida, y 8 más si su tutor lo considera de interés formativo o si el centro lo requiere). Además, discrepan del cálculo de lo que pueden llegar a cobrar (hasta 2.100 euros según Sanidad). El PP llevará hoy el tema al Consejo Interterritorial, el organismo de coordinación entre Ministerio y consejerías, aunque no está en el orden del día.

La situación de los MIR se ha convertido en punta de lanza de los sindicatos. "No son sólo ellos los que trabajan más de 24 horas", recuerdan. Además, el decreto fija unos mínimos salariales y unos máximos de jornada, lo mismo que sucede para los otros profesionales. Por eso para los sindicatos la posibilidad de lograr mejoras, involucrando a Sanidad, sería una prueba de su capacidad para obtener ganancias en sus negociaciones con los gobiernos autonómicos.

Protesta de trabajadores del Servicio Andaluz de Salud.
Protesta de trabajadores del Servicio Andaluz de Salud.

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