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Metro: una avería cada tres días

Transportes denuncia una nueva "manipulación" en los trenes y los sindicatos lo niegan

Soledad Alcaide

Una avería cada tres días. En los 67 días transcurridos este año, el metro ha sufrido 21 incidencias, según la Consejería de Transportes. No ofreció cifras de 2006 para poder comparar. La mayoría de los fallos, que dejaron sin transporte a miles de viajeros, se produjeron en la línea 6, la más transitada (media docena de averías). La última ocurrió el pasado jueves en un tren 2.000 en la línea 5. La consejera de Transportes, Elvira Rodríguez, la atribuyó ayer, como es habitual, a una posible "manipulación". Su consejería, que ha presentado ya 22 denuncias por sabotaje este año, recaba indicios para otra más. Los sindicatos imputan las averías a "falta de personal y de mantenimiento".

"Ha habido desidia en el mantenimiento de la red", afirma el socialista Quintana

Seis de los ocho tornillos que anclaban el motor al tren averiado el pasado jueves aparecieron fracturados, según la consejera de Transportes, Elvira Rodríguez. El accidente se produjo al desprenderse el motor del coche y caer en la vía, lo que provocó un frenazo en seco que causó heridas leves a 12 personas. Después, el servicio estuvo interrumpido cerca de 10 horas, porque el túnel de la estación de Oporto en la línea 5 sólo cuenta con una vía y fue difícil sacar el tren de allí.

Los cortes en los tornillos (imagen inferior) han llevado a Metro a pensar que la avería no fue fortuita, sino debida a "manipulación", afirmó Rodríguez. "Nunca habíamos tenido un problema de este tipo de trenes de la serie 2.000", añadió.

Una portavoz de la Consejería agregó que Metro de Madrid reúne las pruebas necesarias para presentar una nueva denuncia ante la policía por este caso la próxima semana. Para ello, la consejería ha enviado los tornillos al laboratorio y un notario ha levantado acta de lo ocurrido. Este departamento ya ha presentado otras 22 denuncias ante la policía por sabotajes en trenes del metro. En la consejería afirman que en todos los casos se observó alguna de estas anomalías: cortes en el cable del radioteléfono, en el sistema de seguridad denominado hombre muerto, roturas en los tiradores de alarma y pegamento en las cerraduras. Fuentes de Metro vinculan los supuestos sabotajes a las inminentes elecciones sindicales.

Pero tanto los sindicatos como el grupo socialista en la Asamblea niegan este extremo y culpan a la consejería de las frecuentes averías del suburbano. El diputado socialista José Quintana afirmó ayer que las denuncias de sabotaje son una "cortina de humo" para distraer la atención de los usuarios del metro, "dando a entender que los responsables de las averías son los trabajadores". Añadió que hasta ahora las denuncias no han demostrado nada.

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"Ayer mismo [por el jueves] la consejería informaba de que la comisión antisabotaje había resuelto los problemas", subrayó. Quintana se refería al dispositivo de vigilancia que anunció la consejería el pasado 15 de febrero, que implicaba instalar cámaras de seguridad en las cocheras (que todavía no funcionan) y contratar a 100 nuevos vigilantes. Entonces, la consejería informó de que la vigilancia de las cocheras supone un coste de 775 euros al día y, en la red de metro, de 2.900 euros al día.

En teoría, la comisión antisabotaje habría funcionado sólo 13 días, entre el 23 de febrero y el pasado jueves, el mayor periodo sin averías de todo el año, según los datos autonómicos. Pero, si hubo sabotaje, la última avería cuestiona su actuación. "En realidad lo que ha habido es desidia y abandono en el mantenimiento de una red que hace crecido en 90 kilómetros y sólo el 0,8% en plantilla", replica Quintana.

El secretario general de UGT-Metro, Teodoro Piñuela, declaró a Europa Press que los problemas son "consecuencia de la falta de previsión, de la falta de plantilla de mantenimiento de las instalaciones de la red y del material móvil".

Según el secretario de Política Institucional de CC OO, Jaime Cedrún, hay una relación "indudable" entre los incidentes y el "volumen de privatización y la correlativa falta de personal". Cedrún destaca que los nuevos trenes del suburbano y parte de la flota actual son "alquilados" y el mantenimiento de trenes está parcialmente externalizado.

Se refiere a que el pasado noviembre la consejería diseñó una operación financiera por la que cuatro bancos (BBVA, Instituto de Crédito Oficial (ICO), Dexia y Société Générale) compraron 698 coches por más de 1.000 millones de euros, ante la imposibilidad de la Comunidad de Madrid de aumentar su deuda. A cambio, los bancos alquilan a Metro los trenes por un canon durante 17 años.

"Está previsto que la plantilla crezca este año ligeramente, pero lleva muchos años con aumentos mínimos pese al enorme crecimiento de la red", agregó Cedrún.

El motor del tren averiado el jueves, en el suelo, entre  los raíles.
El motor del tren averiado el jueves, en el suelo, entre los raíles.

Trenes mezclados

El sindicato CC OO ha elaborado un informe sobre los motivos que, a su juicio, causan de las incidencias de metro. La principal es la "anormalidad" que atañe a los trenes 5.000-primera serie, que debían ser sustituidos por los trenes 9.000 en la línea 7. Por eso, "los viejos trenes de la serie 5.000-primera fueron enviados al desguace", señala el texto.

Pero, en octubre pasado, asegura el sindicato, la dirección de Metro recibió la orden de recuperar los viejos trenes, ante el incumplimiento de los plazos previstos por la constructora que debía entregar trenes de la serie 7.000 para sustituir a los trenes 5.000-segunda serie que circulan por la línea 6.

Como no llegaban esos vagones, se reconstruyeron los 5.000-primera serie para esa línea. "Estos trenes fueron mezclados en las composiciones con 5.000-segunda serie, produciendo frenadas descompensadas que los viajeros percibían por los vaivenes del tren", relata el informe sindical. Ésta fue la causa, continúa, de que haya habido numerosas averías en la línea 6, la de más tráfico, con 180 millones de pasajeros anuales.

A ello se sumó, dice el documento, que el sistema de cierre de puertas de los trenes 7.000 -que circulan por la línea 6, 10 y 7- no admite que se presione sobre ellas. "Al ir los trenes llenos, tenían que ser desalojados por no cumplirse el sistema de seguridad del cierre de puertas", concluye.

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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