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Angustioso rescate de una treintena de excursionistas en una cueva de Tenerife

Al menos 15 personas se encontraban aún atrapadas de madrugada

Una trágica equivocación dejó atrapados ayer a 29 excursionistas en una cueva del sur de Tenerife. El grupo iba buscando una salida de la cueva en la que se habían introducido por su cuenta, con las indicaciones de un guía que finalmente no les acompañó, y confundieron una galería de agua con el túnel que debían tomar. La galería se convirtió en una ratonera donde empezaron a sentirse mal por los gases volcánicos. A primeras horas de la madrugada, 15 personas seguían aún en el interior y se desconocía su estado de salud.

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En pantalón corto y chanclas

La excursión a la cueva del Barranco de Los Cochinos, en el municipio tinerfeño de Los Silos, la componían dos grupos distintos. Uno lo formaban científicos extranjeros del Instituto de Astrofísica de Canarias y el otro miembros de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza. En principio, debían explorar la cueva acompañados deun guía, pero a última hora éste no pudo ir. Se adentraron en la roca tan sólo con unas indicaciones de la ruta.

En esas indicaciones figuraba un túnel, que nunca encontraron. En su lugar, acabaron atrapados en una galería de agua de 200 años de antigüedad y más de 3.000 metros de longitud horadada a golpe de dinamita a unos 700 metros sobre el nivel del mar, en las faldas del Teide. Pasada la medianoche, 15 de ellos seguían en el interior de la cueva y miembros de la Guardia Civil, que ya había accedido a ellos equipados con oxígeno, tenían dificultades para sacarlos.

A mitad de camino se había formado un gran lago de agua de un metro de altura y dificultaba la atención médica de los excursionistas, así como la salida de la cueva. A medida que pasaban las horas se rescataban excursionistas cada vez más debilitados. El lago interior que tenían que cruzar los servicios de emergencia está a 10 grados de temperatura, lo que aumentaba el riesgo para los excursionistas.

A esa hora, 14 de los 29 descansaban ya en el Ayuntamiento. Uno de ellos en estado más grave por inhalación de gases. Pero los datos eran confusos sobre el estado de salud de los 15 restantes. Se encontraban bloqueados a más de 1.200 metros de la entrada de la galería, unos 40 minutos de camino según el cálculo de los equipos de rescate. Un equipo de montaña y submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil los había localizado cerca de la media noche. A esa hora, el subdelegado del Gobierno en Canarias, Carlos González Segura, sólo podía certificar el buen estado de salud de seis de ellos. De los demás, sólo se sabía que estaban "muy débiles".

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Entre los que habían salido de la cueva, algunos estaban mareados por los gases de origen volcánico que suelen introducirse en estas antiguas galerías excavadas en la roca para buscar agua (algunas de ellas datan del siglo XIX).

"El peor lugar de todos"

"Se han metido en el peor lugar de todos", aseguró a EL PAÍS Jorge Manuel Zamorano, de 71 años, que trabajó en esta galería entre los años 1960 y 1964. Zamorano recuerda cómo los gases de la galería eran tan intensos "que te ibas cansando poco a poco, caías desmayado, y de ahí ya no te sacaba nadie", una auténtica trampa mortal que durante dos siglos burlaron generaciones de canarios con ingeniosos mecanismos para generar oxígeno.

El operativo de rescate desplegado ayer alcanzaba las más de 200 personas: de la Guardia Civil, del Grupo de Intervención en Emergencias del Gobierno de Canarias, Cruz Roja, bomberos y policías de varios Ayuntamientos del norte de Tenerife.

Pasada la una de la madrugada llegaba el primero de los rescatados del grupo de 14 al hospital de campaña de Las Portelas, que se encuentra en el municipio de Buenavista del Norte. Aunque el estado de salud es bueno, los médicos mantienen la reserva sobre las lesiones que pueda tener.

El primer grupo de los rescatados al anochecer aparecieron en un estado lamentable, llenos de barro y con las ropas mojadas. Cruz Roja y el Servicio de Urgencias Canario había instalado dos hospitales. Un primer puesto, en la misma entrada de la cueva y un segundo totalmente equipado a una hora de camino en la zona de Las Portelas.

Multitud de vecinos concentrados en Las Portelas aseguran que esta galería fue clausurada a finales de los años sesenta y que había una cancela con un candado que impedía su acceso, con lo que nadie se explica cómo se introdujeron en la cueva.

Los equipos de submarinistas de la Guardia Civil se preparan para entrar en la cueva.
Los equipos de submarinistas de la Guardia Civil se preparan para entrar en la cueva.EFE

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