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La batalla por los ayuntamientos

Artimañas electorales

Luis Barbero

Los incrementos de población, salvo excepciones, suelen ser procesos lentos, sobre todo en los grandes municipios. En los pequeños hay una tendencia a la despoblación, según los estudios demográficos, que sólo se suele interrumpir cuando hay un crecimiento urbanístico más o menos moderado. Por eso resultan más que sospechosos los empadronamientos que han experimentado en los últimos meses los municipios almerienses de Enix, Las Tres Villas, Paterna del Río y Fondón. Todo parece responder, a artimañas partidistas con el fin de partir con ventaja ante las elecciones municipales del próximo mes de mayo.

El director del Instituto Estadística de Andalucía (IEA), Juan Antonio Fernández Cordón, subraya que incrementos de población como el de Las Tres Villas (donde en tres días los vecinos empadronados pasaron de 621 a 750) "no son normales". Menos aún es que en un municipio como Paterna del Río, con crecimiento vegetativo negativo, la población crezca un 11,3% en cuestión de meses.

Es cierto que los movimientos de población en los pueblos más pequeños suelen ser muy llamativos en términos relativos (entre 2005 y 2006, el municipio de Nigüelas, en Granada, creció un 22,1%), pero en términos absolutos la situación se ve de otra manera: pasó de 941 a 1.149 habitantes.

Este asunto pone de manifiesto, además de la picaresca puntual de candidatos o partidos, las deficiencias del padrón, un instrumento clave para los ayuntamientos y los recursos de los que disponen.

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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