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Una empresa catalana ilumina Nueva York

Los dueños de Agrolimen crean un grupo de empresas fabricantes de paneles luminosos

Amanda Mars

El panel luminoso de Nasdaq en la plaza de Times Square de Nueva York, fotografiado a diario por miles de turistas, está fabricado por una empresa catalana. Los nuevos letreros informativos del nuevo estadio de los Yankees de Staten Island, aquellos que anuncian cada jonrón o home round (carrera completa en béisbol, la jugada más ofensiva de este deporte) y animan a cantar God Bless America al enfervorizado público neoyorkino, también.

Se trata de Odeco, una compañía de Badalona con filiales internacionales que ha pasado a manos de la familia Carulla, los propietarios de firmas como Pans & Company, Gallina Blanca y Ausonia.

Los Carulla, una de las grandes fortunas catalanas y dueños del holding Agrolimen, han decidido crear a través de la sociedad de inversión Quercus un gran grupo internacional especializado en la fabricación de paneles de leds (pequeñas bombillas que se utilizan en los letreros informativos y de publicidad). Para eso, Quercus acaba de comprar la compañía alemana Thomas Verkerstechnik por unos 25 millones, según fuentes conocedoras de la operación. La empresa, con sede en Siegen, una ciudad cercana a Düsseldorf, está especializada en rótulos informativos para regular el tráfico de las carreteras. Factura unos 25 millones anuales.

Quercus fusionará la compañía alemana con Odeco, que fue adquirida hace unos meses, y explora la compra de una tercera empresa en Asia que acabe consolidando el nuevo grupo. En total, lleva invertidos más de 60 millones y ahora exploran la compra de una tercera empresa en Asia que consolide el grupo.

Accionistas de Clickair

Odeco, la compañía catalana, factura unos 50 millones de euros anuales y produce paneles luminosos para mensajes publicitarios y eventos deportivos. Tiene 250 empleados y centros de producción en Badalona, América Latina y Estados Unidos. Más de la mitad de su negocio corresponde a las exportaciones. La sociedad de inversión Quercus compró esta empresa a Sergio y Cristóbal Campoy por unos 40 millones de euros hace unos meses.

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Agrolimen, por su parte, cerró en diciembre una gran operación: compró a través de Gallina Blanca la italiana Star, la empresa líder en Italia del sector de las salsas y comida preparada, productores de la pasta Grand'Italia. Se trata de una fusión por la cual los italianos y los Carulla acabarán controlando Gallina Blanca a partes iguales. Además, la cadena de restauración Eat Out, que también les pertenece, se ha aliado con el grupo saudí Al Hokair, que gestiona franquicias internacionales, para entrar en el mercado árabe. Ambas empresas han abierto un primer Pans & Company en Dammam y han acordado abrir otros 12 restaurantes en 2007 en Riad, Jheddah y Dubai.

Los Carulla crearon la firma de capital riesgo Quercus en 2005. La sociedad dio su primera campanada al convertirse en uno de los socios fundadores de Clickair, la compañía de vuelos baratos que también está participada por Iberia; la constructora ACS, a través del grupo Cobra; el grupo hostelero Iberostar, de la familia Fluxà, y Nefinsa, de la familia Serratosa. Cada socio aportó 25 millones por una participación del 20% con la previsión de que la aerolínea salga a Bolsa en un plazo de cuatro a seis años.

El año pasado Quercus trató de llevar a cabo otra gran operación, la compra del grupo Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), propietaria de Central Lechera Asturiana y Ato. El fondo, presidido por Artur Carulla, está dirigido por Francisco Lamas, consejero de Clickair. Nació con un presupuesto de 300 millones para cerrar una operación por año pero va más rápido de lo previsto.

Imagen del rótulo del índice Nasdaq en la plaza de Times Square de Nueva York.
Imagen del rótulo del índice Nasdaq en la plaza de Times Square de Nueva York.ASSOCIATED PRESS

Inversión de las fortunas familiares

La apuesta de los Carulla, propietarios de Agrolimen, por adentrarse en el sector de la inversión con la creación de un instrumento para este fin no es única entre las grandes familias empresariales catalanas. No suponen un modo de diversificación, sino de dirigir la creación de nuevos negocios.

Otro gran patrón catalán, el dueño de Grupo Planeta, José Manuel Lara, lleva a cabo sus inversiones ajenas al mundo editorial a través de Inversiones Hemisferio, una sociedad que es accionista de varias empresas. Una de ellas es una compañía aérea, Vueling, que nació en 2004 de la mano del fondo de capital riesgo Apax Partners -los Carulla son también accionistas de una aerolínea, Clickair-. Lara también es accionista de la compañía catalana La Seda de Barcelona, que atraviesa una gran fase de expansión y tiene un pie en el sector inmobiliario, con participaciones en Sacresa y Metrópolis.

Además, forma parte del núcleo duro de accionistas del Banco Sabadell. En este grupo también está integrado el propietario de la firma catalana de moda Mango, Isak Andic.

Por otra parte, los hasta hace poco propietarios de la compañía de confitería Chupa Chups, la familia Bernat, también tiene una sociedad patrimonial: EBF.

Fuera de Cataluña, otras grandes fortunas pioneras en poner en marcha este tipo de sociedad de inversión, llamadas family office (oficinas de familia), son el dueño de Zara, Amancio Ortega; el ex propietario de la promotora gallega Fadesa, Manuel Jové, y la empresaria Alicia Koplowitz.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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