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La tribu semínola de Florida compra los restaurantes Hard Rock por 725 millones

Una nación india de EE UU adquiere por primera vez una gran corporación internacional

La tribu semínola de Florida (EE UU), de unas 3.300 personas, anunció ayer la compra de la cadena de restaurantes Hard Rock por 965 millones de dólares (725 millones de euros) al grupo británico Rank, en una operación que se culminará en marzo de 2007 y que pagarán en parte con las ganancias obtenidas por sus negocios del juego. Los semínola poseen ya dos hoteles y casinos bajo la marca Hard Rock, una cadena cuyo potencial de crecimiento consideran "ilimitado". Es la primera vez que una nación india compra una gran corporación internacional.

Ninguna de las dos lenguas que hablan los indios semínolas de Florida (maskókî y mikisúkî) tienen una palabra para el amor. "Lo expresan en sus acciones y no con palabras", razonan en su web. Quizá por esa tendencia a la acción directa pueden presumir de ser la única tribu que jamás ha capitulado ni firmado un tratado de paz con los Estados Unidos. Y ahora, de ser la primera nación india americana que se atreve a comprar una gran multinacional.

Hard Rock tiene 124 restaurantes en 45 países (tres en España, en Madrid, Barcelona y Gran Canaria) decorados con cientos de reliquias de estrellas de la música, y siete hoteles y casinos en todo el mundo.

Los semínolas compran ahora la colección de recuerdos completa (una guitarra de Eric Clapton, un biquini de Madonna), 68 de esos restaurantes y los acuerdos de franquicia o licencia del resto de los locales de la marca, incluidos los dedicados a música en directo.

Hoteles y casinos

La tribu semínola, que ya posee dos hoteles-casinos de la marca en Tampa y Hollywood (Florida), además de otros cinco ajenos a la franquicia, financiarán la compra con la emisión de deuda de una nueva sociedad Hard Rock y dinero en efectivo procedente de su negocio del juego.

Tanto su presidente, Mitchell Cypress, como el director general de juegos y apuestas, James Allen, señalaron ayer que su intención es seguir trabajando con el actual equipo directivo de Hard Rock y poner en marcha nuevas estrategias de crecimiento de la compañía, cuya sede central seguirá en Orlando (Florida). Así que en principio no hay temor de que los templos del rock se conviertan en museos etnográficos.

Hard Rock ingresó en 2005 250,2 millones de libras (370,1 millones de euros) y obtuvo un beneficio operativo de 34,8 millones de libras (51,47 millones de euros). En el primer semestre de 2006 ganó 18,9 millones de libras, un 15,24% más que en el mismo periodo del año anterior, según los datos ofrecidos ayer por Rank Group. Los ingresos derivados de los derechos de la licencia de la marca Hard Rock reportaron, según Allen, más de un 25% de las ganancias.

La corporación de los semínolas funciona como una especie de cooperativa donde cada miembro de la tribu (debe tener al menos un abuelo semínola) es propietario por igual.

Al igual que otras naciones indias norteamericanas, su corporación tribal está exenta de pagar impuestos, aunque no los individuos como tales, que a efectos judiciales también están sujetos a la legislación federal y del Estado, pese a que poseen una Constitución propia desde 1957. Los semínola fueron pioneros en 1979 en la incursión de las tribus indias en el negocio del juego, que en la actualidad le reporta el 90% de su presupuesto.

Tabaco sin impuestos

Los semínola buscan con la compra de Hard Rock una mayor diversificación de sus actividades, que incluye la ganadería (especialmente para reses de rodeo), plantaciones de cítricos, el turismo y la venta de tabaco libre de impuestos.

El origen del nombre de la tribu (descendientes de las pocas decenas que resistieron en los pantanos las deportaciones forzosas a Oklahoma en el siglo XIX) se atribuye a una palabra que significa "desertores" o "meridionales" o bien a una corrupción del español "cimarrón".

El Consejo de la Tribu se elige por votación, y en él hay un representante de cada una de las seis reservas que integran esta nación "inconquistada" que carece también de palabras para cortos periodos de tiempo (horas, minutos o segundos). "El tiempo se mueve a su propia velocidad, y también los semínolas". Para el dinero sí tienen palabra, y bien larga: algo así como "too-koo-nawah".

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