Bandos presidenciales

El presidente Francisco Camps cerró ayer su quinto y último acto institucional en el Palau de la Generalitat bajo el lema Más Comunitat. Epígrafe bajo el que se han agrupado cinco comparecencias en las que los periodistas han ejercido de figurantes pero no han podido preguntar al jefe del Consell, que hoy se enfrenta en las Cortes Valencianas a una moción de censura.

Ayer, Camps quiso aumentar su protagonismo en un acto resumen de los cuatro anteriores y para ello se dispuso un único micrófono, los consejeros se colocaron detrás de él y decenas de altos cargos asistieron como público a su intervención llenando el patio del Palau.

La escenografía se llenó de contenido con una nueva intervención del jefe del Consell concretada en dos ideas: 1/ el programa electoral se ha cumplido en su totalidad y 2/ estoy convencido de volver a ganar las elecciones en 2007 y ya estoy pensando en lo que voy a hacer en la próxima legislatura. Fruto de estos dos argumentos, Camps se decidió a asumir públicamente un nuevo compromiso electoral en el patio gótico del Palau de la Generalitat: creará dos vicepresidencias a partir de 2007, si obtiene los votos suficientes para gobernar.

La fórmula ya fue utilizada por Eduardo Zaplana durante su segunda legislatura. El hoy portavoz del PP en el Congreso se arropó de dos vicepresidentes: José Luis Olivas y José Joaquín Ripoll. El primero para asuntos económicos y el segundo para asuntos políticos. Ahora Camps propone, en caso de revalidar su presidencia, una vicepresidencia económica -para la que ayer ya se proponían candidatos como Gerardo Camps y Vicente Rambla- y otra social -para la que se mencionaban nombres como los de Juan Cotino o Esteban González Pons-. Lo único claro a tenor de la expresión utilizada por el propio Camps -"quiero un compañero dedicado a la riqueza y a la prosperidad y otro compañero para que esta llegue a todos los rincones"- es que ambas vicepresidencias serán ocupadas por hombres.

El presidente del Consell aprovechó ayer para enumerar los compromisos asumidos en las otras cuatro convocatorias anteriores y elogiar su propia gestión frente a otras opciones, como la socialista, que en su opinión supondrían un retroceso. "La única alternativa a nuestras políticas son las políticas de destrucción de empleo".

En las convocatorias anteriores Camps se ha comprometido a mantener la exigencia de que se construyan las obras del trasvase del Ebro mientras se impulsa la reutilización de agua; ha anunciado que deducirá 400 euros anuales en 2007 a las mujeres trabajadoras con niños de 4 y 5 años -el Gobierno concede ahora 1.200 euros anuales para mujeres trabajadoras con niños de hasta tres años-; ha ordenado a su consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, que vaya a Canarias a ofrecer su colaboración al gobierno autonómico; y ha publicitado el gasto en sanidad y educación y el número de empleos creados en esta legislatura.

Los actos protagonizados por Camps también han sido utilizados para pedir a los altos cargos de la Generalitat que salgan a la calle a publicitar su gestión y a lograr que uno de cada dos votos en las próximas elecciones autonómicas sea para el PP. Petición que los socialistas no han dudado en tachar de "desfachatez" y que el portavoz del Consell, Vicente Rambla, justificó por que todo lo que hace el Gobierno valenciano y la oposición tiene que ver con la política y con las elecciones.

De momento, los asesores de Presidencia siguen la máxima de no hay que apartarse de la senda marcada, pese a lo que digan los medios de comunicación, para que Camps transmita su mensaje sobre "lo que interesa a los ciudadanos".