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El Museo Británico y Ebay tratarán de prevenir la venta ilegal de antigüedades

La firma de subastas ofrece en su 'web' información sobre las operaciones desde el Reino Unido

El Museo Británico cuenta por primera vez con la colaboración de la firma de subastas por Internet Ebay para combatir la venta fraudulenta de antigüedades. El acuerdo se limita a la compraventa de reliquias encontradas en el Reino Unido y que la legislación identifica como tesoros nacionales. "Es un paso importante para proteger nuestro patrimonio de los que incumplen la ley o desconocen sus obligaciones", asegura Michael Lewis, promotor de la iniciativa por parte del museo londinense.

Michael Lewis y su equipo en el Portable Antiquities Scheme (PAS), división del Museo Británico responsable de los tesoros nacionales, rastrean Ebay desde hace tres años. Se concentran en la categoría de antigüedades, con especial énfasis en las reliquias de oro y plata datadas desde la prehistoria hasta finales del siglo XVII. Hallazgos de ese amplio periodo entran por lo general dentro de la definición oficial de tesoro y su comercialización está prohibida en el Reino Unido. Una intensa búsqueda cada día del pasado agosto arrojó 36 ofertas sospechosas en Ebay de broches medievales, anillos romanos, piezas vikingas de plata y otra variedad de joyas. "La legislación es clara en la materia. Los tesoros pertenecen a la corona, hay que darlos de alta y no se pueden vender", explica Lewis.

El 80% de los vendedores desconoce la ley o argumenta que la pieza en venta procede del extranjero

Un sondeo entre los usuarios de Ebay demostró que el 80% de los vendedores desconoce la ley o argumenta que la pieza en venta procede del extranjero. "Nos limitamos a investigar los objetos británicos encontrados en el Reino Unido. Obviamente, es cuestionable la legalidad de las antigüedades adquiridas o encontradas en el extranjero, porque aunque la legislación varía de país en país, los permisos de exportación se requieren en todos los Estados de la Unión Europea", admite el responsable de PAS.

Tras dos años de negociación con Ebay, la popular firma de subastas ha aceptado tomar cartas en la polémica. Ha insertado en su web una guía informativa para prevenir las ventas fraudulentas de antigüedades en su espacio mercantil. Entre sus apartados, reproduce la definición legal de tesoro y enumera una serie de consejos para asegurar las transacciones electrónicas que se generan desde el Reino Unido. "La negociación fue larga porque Ebay no quería alarmar a sus usuarios con acusaciones insustanciales. Pero también quería limpiar su mercado y su colaboración es un paso importante. Ha reconocido que existe un problema y ya proporciona información útil al vendedor y al comprador. Tenemos ahora un estricto protocolo para controlar la venta de antigüedades", señala Lewis.

El protocolo se estructura en varios pasos: Ebay informa a sus clientes de las cláusulas legislativas y puede retirar las ofertas que considera ilegales; PAC, mientras tanto, sigue vigilando la web, recabando información sobre la procedencia espacial y temporal de las piezas en oferta; en caso de duda solicita más datos al vendedor y, en última instancia, denuncia el caso a las autoridades policiales. La venta de tesoros nacionales es un delito criminal en el Reino Unido.

El acuerdo entre el Museo Británico y Ebay tendrá eco en todo el sector de venta de antigüedades. "Las reglas también deben aplicarse en el sector privado y en las grandes casas de subastas. En las tiendas de antigüedades que proliferan frente al museo, la gente compra objetos sin saber cuál es su procedencia. Informar es responsabilidad del vendedor, pero también el comprador debe cuestionar dónde y cuándo se ha descubierto la pieza que desea adquirir", advierte Lewis.

Menciona dos reliquias potencialmente ilegales que aún siguen en venta en Internet. Una es un broche medieval en plata sólida, de unos dos centímetros de diámetro, en perfectas condiciones, que arrastra una puja de 195 euros. "Pienso que no es británico y por tanto no podremos intervenir", lamenta. El segundo objeto sospechoso es un cierre o hebilla de plata de la época Tudor, en torno al siglo XVII, que sale al precio inicial de siete euros. Como la mayoría de las antigüedades ofertadas en Ebay, los vendedores de ambos presuntos tesoros avalan su autenticidad, pero no confirman su legalidad.

El museo y la casa de subastas esperan que su acuerdo fuerce a compradores y vendedores a exigir información sobre la procedencia de cada objeto. "La ley obliga a dar parte de los hallazgos arqueológicos e históricos. En caso de duda, conviene preguntar", señala Lewis.

Un turista contempla una parte de los frisos del Partenón en el Museo Británico.
Un turista contempla una parte de los frisos del Partenón en el Museo Británico.REUTERS

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