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El gesto de la esposa

Enric Company

La línea de resistencia, de educada protesta, por prescindir de Pasqual Maragall para una legislatura le ha salido al PSC por donde menos lo esperaba. Ha sido una protesta al mismo tiempo clara, inequívoca, pero limitada. La ha protagonizado la esposa del presidente, Diana Garrigosa, y ha consistido, simplemente, en solicitar la baja como afiliada del PSC tras el desaire a su marido.

Garrigosa ha desempeñado su papel como primera dama con una discreción total. Como había hecho en la etapa municipal. A diferencia de su antecesora, Marta Ferrusola, no ha emitido opiniones políticas sobre asuntos de actualidad, no ha terciado en polémicas. Y ello, a pesar de que su militancia política no es un secreto para nadie. Diana Garrigosa, que está casada con Maragall desde 1966 y procede de un medio familiar progresista, se afilió en 1974 a Convergència Socialista de Catalunya, uno de los antecedentes inmediatos del PSC, del que ha formado parte hasta ahora.

No es la primera vez que Diana Garrigosa choca con el aparato del PSC y esa desavenencia trasciende. La más conocida fue la ocasión en que participó a cara descubierta en el intento del entonces alcalde Pasqual Maragall de hacerse con el control de la federación de Barcelona del PSC, en 1996. El fracasado intento terminó con la inesperada renuncia de Maragall a la alcaldía y su marcha a Roma. Garrigosa participó en el lance en su condición de afiliada y miembro del consejo de la federación de Barcelona.

Entonces como ahora, Ernest Maragall actuaba como brazo ejecutor de su hermano. Su nombramiento como secretario del Gobierno de la Generalitat ha sido uno de los pocos gestos de autoridad personal que el presidente ha podido llevar a cabo en los 1.000 días de esta legislatura. Ernest ha sido el encargado de librar una brega diaria por la delimitación de los espacios de poder con los aliados de Esquerra.

La cúpula socialista actual tiene la intención de seguir contando con Ernest en la nueva legislatura, según aseguran destacados dirigentes muy próximos a Montilla. Ernest fue el encargado de presentar el viernes el proyecto de programa electoral del PSC para las elecciones del 1 de noviembre.

La discreción de Garrigosa no le ha impedido apoyar a su marido cuando lo ha juzgado conveniente. Eso fue cuando participó activamente en la campaña electoral con Ciutadans pel Canvi, la plataforma maragallista cuyo futuro es ahora mismo un interrogante abierto.

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No hay duda de que Ciutadans pel Canvi prefería la candidatura de Maragall a la de Montilla, que ya se ha organizado su propia plataforma de apoyo. Sucede, sin embargo, que las principales figuras públicas de Ciutadans pel Canvi, como el actual consejero de Justicia, Josep María Vallès, y los diputados Àlex Masllorens, Carme Valls y Ramon Espasa han cumplido ya las dos legislaturas consecutivas que permiten las normas internas de su organización.

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