"El Ayuntamiento de Marbella estaba privatizado"

Juan Carlos López Caballero (Sevilla, 1956) no ha logrado desconectar durante sus recientes y cortas vacaciones. La culpa es de la operación Malaya, que ha desarticulado en Marbella la mayor red de corrupción municipal del país y que le ha situado en pleno ojo del huracán mediático, pese a su discreción. Tras coordinar los delitos contra el Medio Ambiente durante seis años, en 2004 asumió la dirección de la Fiscalía Anticorrupción para investigar codo con codo junto al juez Miguel Ángel Torres los complejos sumarios de las operaciones Ballena Blanca y Malaya.

Pregunta. ¿Cómo se explica el retraso de la justicia en intervenir en Marbella?

Respuesta. Ese reproche existe y hay en los medios casi un clamor en señalar la situación tan amoral que se vivía en esta corporación, pero quiero señalar que los tiempos de reacción de la justicia son extremadamente lentos. El retraso resulta pernicioso para el sistema como Estado de Derecho, pero tiene su explicación por la exigencia de los controles que permiten ciertas garantías.

"Se ha constatado que actuaban al margen de la ley de forma casi sistemática"

P. Además del testimonio del jefe del Servicio Jurídico de Urbanismo, Jorge González, ¿cuál ha sido la clave para que esta investigación prosperara, a diferencia de otras anteriores?

R. Es una forma de trabajar impuesta por el procedimiento, pero es importante contar con un equipo de investigación combinado en el aspecto policial y con la intervención estrecha de la Agencia Tributaria. Esa combinación ha sido definitiva en la operación Malaya. Es la forma idónea de abordar esta delincuencia con características peculiares y conocimientos muy específicos.

P. ¿Cuál fue la principal fuga de información por parte del supuesto cerebro, Juan Antonio Roca?

R. Hablar sobre una lógica de delincuentes es difícil. Si tenemos en cuenta los antecedentes de esta corporación municipal, ya existieron investigaciones complejas e importantes nacidas por la intervención de distintos ámbitos: denuncias particulares, Tribunal de Cuentas, policía... todo se inscribe en un contexto en el que se adquiere suficiente información determinante que desemboca en la operación Malaya.

P. ¿Dio Roca algún paso en falso?

R. Paso en falso como tal, no. Pero insisto en que hay un conjunto de actuaciones judiciales en las que se ha constatado que actuaban al margen de la ley de forma sistemática. Además, el Tribunal de Cuentas había reflejado la forma de gastar el dinero público de manera irregular. La propia dinámica del Ayuntamiento demostraba que estaba privatizado. Y que su estructura estaba regentada por personas que no estaban designadas para ello. Ocultar un patrimonio de tales dimensiones es muy difícil, y los actos de ostentación eran casi consecuentes.

P. ¿Se ha acelerado la investigación cuando termina el verano?

R. Sólo en mis primeros dos días tras las vacaciones efectué 17 informes. Es una época especialmente laboriosa en la que hay que atender peticiones de todo tipo, básicamente a los requerimientos de los abogados sobre recursos y peticiones de libertad, unidos a nuevas declaraciones.

P. ¿Cómo definiría la estructura de la red desarticulada?

R. Es una actividad delictiva con características muy especiales. El prototipo de delincuencia organizada nació en el ámbito de las drogas. Hay casos que son muy claros, como el del traficante que coloca el piso adquirido a nombre de un familiar. Pero hay otras combinaciones como ésta, que cuentan con asesoramiento de personal muy cualificado que determina situaciones de ingeniería económica y financiera, y seguirle la pista es una tarea complicada. De eso se trata, de contar con personal cualificado.

P. ¿La estructura piramidal de la red de corrupción mantiene semejanzas con la mafia tradicional?

R. La corrupción marbellí se concretó en resoluciones administrativas después de retribuciones ilegales. Un segundo paso es cómo se produce la ocultación del patrimonio obtenido ilícitamente.

P. ¿Se prolongará en el tiempo el secreto de sumario?

R. Como medida excepcional que es, lo suyo es que no se prolongue en el tiempo. Al menos parcialmente, hablaríamos de un par de meses.

P. ¿Le ha sorprendido que el ex concejal Carlos Fernández siga en busca y captura?

R. Sorpresa relativa. Es una situación anómala sólo para un razonamiento de calibrar riesgo-beneficio.

P. ¿Se hará cargo del sumario la Audiencia Nacional?

R. Entiendo competente al juzgado de Marbella porque no concurren las circunstancias para que lo asuma la Audiencia Nacional.

P. ¿Es la contabilidad de la sociedad Maras la prueba más consistente con que cuenta la investigación?

R. Después de los registros disponemos de documentación digital y en papel. De mucha documentación ciertamente importante, aprovechable y una parte está aún pendiente de analizar.

P. La directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, planteó la intención de emprender acciones legales contra medios de comunicación que habían vertido informaciones falsas sobre los detenidos en la operación. ¿Le parece justificada la medida?

R. Se han aventurado informaciones sobre trato de privilegio hacia ciertos presos, y ahí sí me parece que habría que ser más riguroso. No se puede cuestionar la honorabilidad de funcionarios que ejercen una tarea pública.

P. ¿Marcan un antes y un después en su carrera los casos Malaya y Ballena Blanca?

R. La propia naturaleza de los asuntos difiere desde el punto de vista cualitativo con cualquier otra investigación anterior. Cuando llevaba asuntos de urbanismo

[durante su etapa al frente de la Fiscalía de Medio Ambiente] ya me constaba que la Audiencia Nacional investigaba casos de corrupción administrativa, referentes incluso al Ayuntamiento de Marbella, de una gran complejidad. No venía de nuevas, aunque una cosa es ser un mero observador y otra ser un actor.

P. ¿Le incomoda el estrellato que le conceden los medios?

R. Tiene la incomodidad de verte expuesto y te sientes vigilado, pero es algo que va en el sueldo.