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La Generalitat desestima declarar bien de interés cultural la fábrica de seda de Almoines

Patrimonio considera que no ofrece elementos arquitectónicos e históricos de importancia

La dirección general de Patrimonio, dependiente de la Consejería de Cultura, no considera que la fábrica de seda Lombard de Almoines (La Safor), uno de los últimos vestigios de la industria valenciana de la sericultura y la hilatura, mantenga restos arquitectónicos e históricos suficientemente significativos como para declararla bien de interés cultural (BIC). Así se lo comunicó el director general de Patrimonio, Manuel Muñoz, a los representantes municipales de Almoines en una reciente visita al edificio. Fuentes de Cultura han confirmado que el expediente ni siquiera ha sido incoado.

El pequeño municipio de Amoines, ubicado a un par de kilómetros de Gandia, se ha visto obligado a buscar una solución por su cuenta al futuro del inmueble, que actualmente presenta un grave estado de deterioro. Con la desestimación de la declaración de BIC, se han esfumado las pretensiones del municipio de poder optar a subvenciones de las administraciones públicas competentes para la recuperación de este edificio histórico.

El Consistorio de Almoines adquirió hace unos años parte de la fábrica, unos 800 metros cuadrados de las antiguas instalaciones. El resto del edificio es propiedad de 25 antiguos trabajadores de La Seda, como compensación e indemnización por el cese de la actividad de la empresa, en 1976. Una firma extranjera se ha interesado por el inmueble y ha presentado una propuesta de actuación que contempla el derribo de la parte moderna del edificio y la construcción en su lugar de viviendas y locales comerciales. El Ayuntamiento estudia la alternativa, pero condiciona su visto bueno a que se preserve la parte más antigua, como vestigio histórico de la importancia que esta fábrica tuvo en la industria valenciana de la seda desde el siglo XIX. Para ello ha encargado un estudio arqueológico, que determinará los restos más importantes a conservar.

El alcalde de Almoines, Vicent Ribes, lamenta la "desidia" de las distintas administraciones, tanto el ministerio como la Generalitat, en el proceso que ha abocado a la situación actual de degradación de la antigua fábrica Lombard, que en sus tiempos de mayor auge llegó a emplear a 600 personas y que es uno de los pocos testimonios de la industria de sericultura e hilatura valenciana. En otoño de 1975 salió de la fábrica de Almoines la última producción de seda de España, y con ella se cerró una tradición de siglos en la Comunidad Valenciana. La comisión de Patrimonio de la dirección general de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura había incluido la fábrica de Seda Lombard en el Plan Nacional de Patrimonio Cultural para la recuperación de infraestructuras históricas industriales. Sólo 49 edificios en toda España, cuatro de ellos (incluido el de Almoines) en la Comunidad Valenciana, gozan de esta catalogación. Esta singularidad no le ha servido a La Seda como reclamo para su protección y recuperación. El Ayuntamiento, con sus pocos recursos, intentará ahora salvaguardar parte de su memoria.

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