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Conflicto laboral en el sector aéreo

Catair ultima el plan de negocio ajena al conflicto de los pilotos

La compañía creará dos bases operativas en el norte y el sur de España

Amanda Mars

Catair, la nueva compañía de vuelos baratos participada por Iberia que ha encendido las alertas entre el resto de las aerolíneas y que ha sido el desencadenante de la huelga de pilotos, continúa perfilando su plan de negocio, como si fuera ajena al revuelo que ha originado su nacimiento. La aerolínea, que tiene previsto empezar a operar a partir del próximo mes de octubre, tiene ya decidido que complementará su plataforma operativa principal en Barcelona con otras dos nuevas bases operativas en el norte y en el sur de España. Las ciudades con opciones para albergar ambas bases son Bilbao y Sevilla.

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Hace dos días se reunió el consejo de administración en Barcelona para deliberar, entre otros elementos, el nombre comercial de la compañía, que según fuentes cercanas a la misma, tiene muchas papeletas de ser Click Air. También han decidido la ubicación de sus oficinales centrales en el Edificio Muntades del parque empresarial Mas Blau, en El Prat de Llobregat (Barcelona), junto al aeropuerto, lo que les convierte en vecinos de la compañía de vuelos baratos Vueling.

Bajo Clik Air o una enseña similar, la compañía comenzará a volar el próximo octubre con una decena de rutas, dos más de las anunciadas el pasado mes de junio: la compañía volará a Valencia y Bilbao además de a Málaga Sevilla, Ámsterdam, Dublín, Ginebra, Zúrich, Praga, Lisboa, Oporto y Moscú.

El plan de negocio contempla que en el año 2008 se alcancen las 60 rutas en Europa. Pero en su mapa, al menos en la primera lista, no aparece Madrid, que queda descartada también como base subsidiaria para evitar un efecto "canibalizador" en Iberia. O lo que es lo mismo, que la primera aerolínea española se haga la competencia a sí misma en algunas rutas o su preciado Puente Aéreo, que une la capital y Barcelona.

En el aeropuerto barcelonés de El Prat no se producirá esta competencia interna porque, como anunció el presidente de Iberia, Fernando Conte, la compañía se propone abandonar buena parte de los vuelos regulares por su escasa rentabilidad. No será un repliegue a corto plazo, ya que Iberia incrementará sus movimientos desde Barcelona (ha solicitado un 13% más de derechos de vuelo en El Prat de cara a la temporada de invierno, hasta marzo de 2007), pero ha puesto en pie de guerra a los pilotos de la empresa.

La huelga convocada por el sindicato de pilotos SEPLA a partir del próximo lunes y hasta el día 16 de este mes toma como pretexto exigir garantías de continuidad del empleo en la compañía y con las mismas condiciones laborales. Los pilotos no se creen que la creación de Catair y una eventual futura reducción de las operaciones en Barcelona no vaya a traducirse en una recorte de empleo o de condiciones, ya que las compañías de bajo coste pagan un sueldo medio a sus pilotos inferior al de las tradicionales Iberia.

Por costes laborales, pero también por otros motivos, las compañías de tarifa reducida son más rentables. La nueva Catair echará a andar en octubre con tres primeros aviones Airbus 320 en régimen de leasing (alquiler), a los que añadirán otros dos antes de acabarse el año.

A finales de 2008 la empresa tendrá una flota de 30 aviones, muchos de ellos de segunda mano, que operará seis o siete veces diarias con una tasa de ocupación del 75%, lo que le permite calcular un beneficio de 37 millones de euros con 554 millones de facturación. "Va a tener una rentabilidad por encima de la que tradicionalmente ha conseguido Iberia en su propio negocio", resaltó esta semana el director de la aerolínea de bandera, Enrique Donaire.

300 pilotos en 2008

Cada aeronave requiere cinco tripulaciones de seis personas, lo que significa una treintena de profesionales por cada avión, a los que hay que añadir algo más de un centenar de trabajadores en tierra. Los pilotos -se requerirán 300 en 2008, a razón de una decena por avión- ya están empezando a seleccionarse a través de una compañía canadiense especializada que asegura haber recibido ya 1.100 currículos de profesionales españoles y extranjeros. El proyecto requiere una inversión de 120 millones que aportarán al 20% Iberia y el resto de sus socios: la constructora ACS y las familias Carulla, Serratosa y Fluxà.

Un avión de Iberia aterriza en el aeropuerto de El Prat, en los terrenos de la tercera pista.
Un avión de Iberia aterriza en el aeropuerto de El Prat, en los terrenos de la tercera pista.CARMEN SECANELLA

Recurso desestimado

El Tribunal de Defensa de la Competencia ha desestimado el recurso presentado por Spanair contra la negativa del Servicio de Defensa de la Competencia a adoptar medidas cautelares en relación con la no asignación, tanto a esta compañía como al resto de las que integran la Star Alliance, de la nueva Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas.

Spanair presentó una denuncia el 4 de noviembre de 2005 contra Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) por abuso de posición dominante en la asignación de esta terminal. Dentro del expediente, pendiente de resolución, Spanair solicitó, como medida cautelar, que se le permitiera a las líneas aéreas de Star Alliance su traslado a la T-4, junto con las autorizadas por AENA. Medida que ha sido rechazada por el Tribunal.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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