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Relevo con retraso

Las teorías recientes sobre el crecimiento económico dan cada vez más relevancia a la calidad de las instituciones públicas y privadas de un país para conseguir un crecimiento más sano, estable y duradero a largo plazo. En nuestro país el Banco de España es una de las instituciones de mayor calidad que tenemos y, además, dicha calidad es reconocida mundialmente, no sólo por otros bancos centrales, y por los mismos bancos privados, sino también por los organismos económicos internacionales.

El Banco de España es, por tanto, una institución de la que hay que estar orgulloso y a la que hay que cuidar con mimo para que continúe siendo un centro de excelencia español y europeo, no sólo en la política monetaria, sino también en la regulación y supervisión bancarias y en la investigación económica y financiera.

Un subgobernador con perfil político sería un golpe bajo a la institución, que podría deteriorar su bien ganada fama de autonomía y de excelencia

Falta menos de un mes para que el gobernador y subgobernador actuales (Jaime Caruana y Gonzalo Gil) dejen sus puestos los días 11 y 16 de julio, por haber transcurrido los seis años máximos y no renovables de su mandato y todavía no están ya elegidos y nombrados sus sucesores. El Banco de España forma parte del Sistema Europeo de Bancos Centrales y debe de mostrar que su sistema de renovación de la cúpula de sus órganos rectores es tan predecible y cierto como el del Banco Central Europeo y que se hace con antelación suficiente para no crear incertidumbre.

Ya se conoce el nombre que el presidente del Gobierno va a proponer al Rey, pero todavía no se sabe el nombre del nuevo subgobernador. El reducido margen temporal que queda para cumplir la Ley de Autonomía del Banco de España de 1994 es el siguiente: el ministro de Economía y Hacienda debe comparecer, en los próximos días, ante la Comisión de Economía del Congreso de Diputados para informar sobre el candidato propuesto. Después su propuesta tiene que pasar por el Consejo de Ministros y posteriormente ser propuesto por el presidente del Gobierno a Su Majestad, para que sea nombrado, pueda jurar ante el Monarca y tomar posesión el día 12 de julio. Además, el subgobernador debe de tomar posesión cinco días después, para lo que antes tiene que ser nombrado por el Consejo de Ministros, a propuesta del gobernador.

La principal razón de esta situación de retraso e incertidumbre es que, al parecer, existe un pacto entre los dos partidos mayoritarios para consensuar el nombre del gobernador que proponga el presidente del Gobierno y este último viene de anunciar el nombre de Miguel Ángel Fernández Ordóñez sin contar, al parecer, con el consenso de la oposición, dado que la relación coyuntural entre ambos partidos es, por otros motivos totalmente ajenos a éste, muy conflictiva. La Ley de Autonomía sólo exige que ambos cargos sean de nacionalidad española y que tengan reconocida competencia en asuntos monetarios y bancarios. El candidato propuesto cumple con ambos requisitos muy holgadamente, tanto por conocimientos como por experiencia. Luego es casi imposible encontrar elementos que justifiquen su rechazo salvo que se esgrime que ha ostentado cargos públicos en gobiernos socialistas, en los que por cierto realizó una labor impecable.

Lo que, como resultado de este conflicto entre ambos partidos, sería enormemente peligroso es intentar ahora consensuar entre ambos partidos un subgobernador político del partido de la oposición. Las grandes instituciones de excelencia, como el Banco de España, tienen un personal del más alto nivel que es el que les da la autonomía y la continuidad necesarias y con los que hay que contar en todo momento. Por ello, desde que la ley concedió la necesaria autonomía al Banco de España, e incluso antes, el subgobernador ha sido siempre elegido entre los altos ejecutivos del mismo, mientras que el gobernador ha venido de fuera (salvo en el caso de Ángel Rojo). Tales han sido los casos de Miguel Martín y de Gonzalo Gil desde 1994 hasta hoy.

Nombrar un subgobernador con perfil político sería un golpe bajo a la institución, que podría deteriorar su bien ganada fama de autonomía y de excelencia, y además podría provocar una descapitalización por desbandada de su gran capital humano. Por tanto, para elegir subgobernador yo aconsejo mirar en la página web del Banco de España, los sólidos currículos de las personas que trabajan en él, que tienen amplios conocimientos y sobrada experiencia para serlo.

Guillermo de la Dehesa es presidente del Centre for Economic Policy Research (CEPR).

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