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Entrevista:FERNANDO MARIÑO MENÉNDEZ | Presidente del Comité de la ONU contra la Tortura

"EE UU no sabe qué hacer con los presos de Guantánamo"

El español Fernando Mariño es profesor de Derecho Internacional en la Universidad Carlos III de Madrid y preside el Comité de la ONU contra la Tortura, del cual es miembro desde hace cinco años. Es el relator del último informe sobre la situación de la tortura en Estados Unidos, en el cual el comité pide el cierre de la base de Guantánamo (Cuba) y el abandono de las técnicas de interrogación más violentas.

Pregunta. El suyo es el segundo informe en el cual expertos de la ONU piden el cierre de Guantánamo. Las dos veces EE UU contestó que no pensaba cerrar esta base militar. ¿Sirve para algo acumular recomendaciones?

Respuesta. El informe de febrero lo hicieron relatores de la Comisión de Derechos Humanos. Nosotros tenemos un perfil jurídico. Sí es un proceso de acumulación, de sinergia, de penetración en la sociedad civil... Luego nos ayudaría que se pronuncien en nuestro sentido los tribunales internos de EE UU. Los Estados tampoco se suelen acusar los unos a los otros. Lo podrían hacer ante nuestro comité. Pero no hay ni un solo caso. La lógica interestatal prevalece sobre la lógica de los derechos humanos de los individuos.

"La lógica interestatal prevalece sobre la defensa de los derechos humanos individuales"
"Estoy convencido de que la base de Guantánamo estará cerrada antes de 2008"

P. La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, criticó el informe y dijo que no podía cerrar Guantánamo por ahora. ¿Tal respuesta era de esperar?

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R. Sí. Por una parte, EE UU es un país muy poderoso como para ceder a presiones inmediatamente. Luego los estadounidenses tienen que decidir el destino de los presos de Guantánamo. Están encontrando dificultades; incluso [John] Bellinger

[el asesor jurídico del Departamento de Estado de Estados Unidos], en la presentación que hizo ante el comité en Ginebra, pidió ayuda, a mi juicio un poco descerebradamente, a terceros países, a ver qué podían hacer. Su problema es que no quieren dejar libres a los presos, pero tampoco pueden acusarles penalmente ante los tribunales norteamericanos.

P. ¿Qué solución les queda?

R. Lo normal sería devolverles a sus países de origen. A Europa han devuelto muchos. Pero lo tienen prohibido cuando se trata de presos originarios de países que practican la tortura. No saben qué hacer con ellos, sobre todo con los que vienen de Irak y Afganistán.

P. ¿La Administración de Bush se siente perdida en la gestión de Guantánamo?

R. Creo que han encontrado un dilema del cual no saben salir. Ahí se mezclan consideraciones electorales. [Las autoridades estadounidenses] han emprendido una línea política de acción vigorosa contra los terroristas, han convertido el valor esencial de la seguridad como su bandera, y no pueden ceder ahí.

P. Hablando de consideraciones electorales, ¿Guantánamo puede quedar en esta situación hasta las presidenciales de 2008?

R. Estoy adelantando acontecimientos; pero creo que va a haber fases. Una primera fase en la cual no van a cerrar Guantánamo. En otra fase se desarrollarán procesos penales o puestas en libertad. Una última fase sería la devolución de los presos a terceros países y, finalmente, el cierre de la base. Estoy convencido de eso. No puede durar más allá de 2008, sería absurdo.

P. ¿Entonces qué pasaría con los iraquíes o los afganos?

R. Habrá que dejarlos en libertad. Podría haber un camino tercero, si se usa adecuadamente: la entrega al país de nacionalidad, exigiendo garantías verificables de que no van a ser sometidos a tortura. Nosotros desde el comité lo que podemos hacer es pedir a EE UU que nos informe.

P. ¿Esto es suficiente?

R. Es un seguimiento que no voy a llamar ingenuo, pero que depende de la buena voluntad del Estado. Contamos con la buena fe de los Estados.

P. El comité que usted preside lleva casi 20 años. ¿Qué logros concretos ha conseguido?

R. Trabajamos con entrevistas a los representantes de los Estados y haciendo recomendaciones. Poco a poco los Estados aceptan ser controlados. Hacemos recomendaciones más o menos duras, que pueden dañar más o menos la imagen del país.

P. ¿Se puede trabajar sin la colaboración de los Gobiernos?

R. No se pueden visitar los países sin su permiso. No podemos visitar Irán o Irak, que no han firmado la Convención [contra la Tortura]. Sí podemos hacer informes. Escribimos hace ocho años que en Egipto había tortura sistemática.

P. ¿Cómo ha evolucionado la situación de ese país desde entonces?

R. Está a la vista de todos que no ha evolucionado para bien. En cambio, en Turquía también hemos denunciado una situación de tortura sistemática, y el Gobierno ha mejorado mucho.

P. El comité acaba de examinar Perú. ¿Se puede plantear un procedimiento para estudiar las responsabilidades sobre casos pasados de tortura?

R. Sí, claro. Perú ha mostrado que era capaz de reiniciar un proceso de democracia y de atacar el mayor problema que tenían, la falta de independencia del poder judicial. La Comisión de la Verdad y Reconciliación ha hecho una labor muy buena de investigación de la tortura. Ahora Perú está en proceso electoral, a ver lo que viene.

P. Rusia es uno de los próximos países que el comité va a examinar. ¿Cómo van a abordar el caso de Chechenia?

R. La obligación moral de Rusia es afrontar el problema de Chechenia en todas sus dimensiones. Habrá que ser lo enérgico que sea necesario con Rusia. No hay que respetar a nadie. Si practican la tortura en Chechenia, que lo digan.

Fernando Mariño Menéndez.
Fernando Mariño Menéndez.PAULA VILLAR

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