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Reportaje:

Amenaza de cierre y 3.000 euros

Competición se limita a calificar como graves los incidentes del Atlético-Sevilla en el Calderón

El Comité de Competición saldó ayer los incidentes del partido del jueves entre el Atlético y el Sevilla (0-1) con el apercibimiento de cierre del campo del club madrileño y con una multa de 3.000 euros. El Comité se ha inclinado por ese fallo al valorar los incidentes como "graves" y en base a esa calificación ha aplicado el artículo 118 de los estatutos de la federación, que fijan el castigo y la cuantía de la multa. El apercibimiento de la clausura de un terreno de juego como paso previo para decidir su cierre desapareció de las normas diciplinarias de la federación hace una década. Se restauró la pasada temporada para justificar que el campo del Barcelona no se llegase a cerrar tras los incidentes de su partido con el Real Madrid hace tres campañas, en el que llegó a lanzarse una cabeza de cochinillo.

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Las incidencias del partido entre el Atlético y el Sevilla ocupan un extenso espacio en el acta del árbitro del encuentro, Miguel Ángel Ayza Gámez. El colegiado recoge las ocasiones en que se lanzaron desde la grada "naranjas, mecheros, botellas de plástico vacias y monedas de 5 y 10 céntimos" (un trabajador del Atlético aseguró haber recogido al final del partido más de 20 euros en monedas) en los minutos 14 y 30 al coincidir con la señalización de sendos penaltis en contra del Atlético.

Los incidentes más graves llegaron en el minuto 77, tras el gol del Sevilla, y llevaron al árbitro, según él, "a la suspensión temporal del encuentro, mandando a ambos equipos a sus vestuarios". La casi totalidad de los espectadores se marcharon del campo al pensar que el partido había sido suspendido y el portero del Atlético, Leo Franco, confesó que la comuinicación del árbitro de que el encuentro se iba a reanudar le pilló en la ducha.

El Comité de Competición consideró los incidentes como "graves" y con esa base aplicó el artículo 118 de los estatutos de la federación. Este artículo establece que "cuando con ocasión de un partido se originen hechos que se califiquen como graves [valoración que emana del artículo 109] y se trate de la primera vez en la temporada, el club será sancionado con multa de hasta 6.000, apercibiéndole con la clausura en caso de reincidencia. Si ésta se produjese durante la misma temporada, el club incurrirá en la sanción de clausura" de su campo.

El Atlético de Madrid presentó un pliego de alegaciones a los incidentes y a las tarjetas, que por partida doble, y con la consiguiente expulsión, recayeron en sus jugadores Luccin, Petrov y Perea. En cuanto a las alegaciones se limitó a lamentar los incidentes y pedir al Comité ponderación a la hora de fallar.

El Comité de Competición tuvo ayer en cuenta, además, los antecedentes de esta misma temporada protagonizados en los campos del Athletic y del Valencia. En el primero de los casos, el estadio de San Mamés fue apercibido de cierre después de que en su partido de Liga frente al Atlético estallara un petardo en la portería de Falcón, el meta del conjun to madrileño. El campo del Valencia, por su parte, está apercibido de cierre tras la agresión que sufrió un juez de línea en el partido de Copa contra el Deportivo. En este caso el árbitro Megía Dávila suspendió el partido a falta de un minuto para finalizar el primer periodo, tiempo que después se jugó en el mismo campo a puerta cerrada.

El Comité, por otro lado, estimó el recurso presentado por el club madrileño por la primera de las dos tarjetas amarillas que recibió su jugador el búlgaro Petrov y por lo que fue expulsado en el minuto 79. La retirada de esta tarjeta mereció un voto particular del presidente del Comité, Alfredo Flórez, que no fue partidario de su anulación. Por el contrario no prosperaron los recursos contra las dos cartulinas amarillas que recibieron Luccin y Perea, expulsados en los minutos 69 y 83, respectivamente, y que han sido sancionados con un encuentro.

Dirigentes y técnicos del Atlético y del Sevilla tambien figuran en el capítulo de incidencias del acta arbitral y en el de amonestaciones del Comité. Pepe Murcia, entrenador del Atlético, es amonestado porque, según el acta del árbitro, "una vez concluido el partido, ya en el interior del túnel, camino de nuestro vestuario, se encontraba detenido esperándome, y cuando pasé a su altura me cogió levemente del brazo diciéndome: '¡No se puede jugar así con los sentimientos de una afición y con el pan de una familia. No tienes vergüenza!'. Su ayudante, el ex jugador del Atlético Roberto Simón Marina, ha merecido una amonestación porque, al suspenderse el partido se dirigió árbitro agarrándole del brazo y diciéndole: "¡Todo esto lo has buscado tú, estarás contento, vaya vergüenza".

El presidente del Sevilla, José María del Nido, también ha sido amonestado porque, al reanudar el partido, abandonó el palco para sentarse en el banquillo de su equipo.

Palop, portero del Sevilla, muestra la botella de whisky que fue lanzada al campo.
Palop, portero del Sevilla, muestra la botella de whisky que fue lanzada al campo.REUTERS

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