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Lissavetzky dice que la voluntad del Gobierno es que se clausuren estadios

Diego Torres

El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, se mostró partidario de tomar medidas más agresivas que las previstas en la normativa actual contra actos como los registrados el jueves en el estadio Vicente Calderón. Lissavetzky declaró ayer que la voluntad del Gobierno es que la futura ley española contra la violencia y el racismo en el deporte obligue a "clausurar los estadios". El secretario se refirió especialmente al supuesto de que se produzcan lanzamientos de objetos contundentes a los futbolistas tal y como ocurrió en el Calderón. Estos lanzamientos llevaron al árbitro a la interrupción del partido que disputaron el Atlético y el Sevilla (0-1).

Lissavetzky dijo ayer que era preciso que el Congreso "aprobara cuanto antes" la ley contra la violencia en el deporte, cuyo anteproyecto fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 17 de marzo. En el apartado sancionador, el proyecto aumenta el tiempo de prohibición de acceso a recintos deportivos, que puede llegar hasta cinco años por infracciones muy graves; incrementa la cuantía de las multas disciplinarias, que pueden llegar hasta 90.000 euros a clubes, deportistas, árbitros y directivos, y contempla la pérdida de puntos o el descenso de categoría.

El secretario de Estado condenó los incidentes del Calderón que obligaron al árbitro a suspender el partido durante 31 minutos. "Estos hechos ponen de manifiesto el acierto del Gobierno en aprobar el anteproyecto de ley contra la violencia para tratar de actuar cuanto antes con medidas legales".

Entre otros objetivos, la nueva legislación pretende salvaguardar la "integridad física" y la "dignidad" de los deportistas. También prevé medidas para combatir con más eficacia los llamados grupos ultras, entre los que se cuentan numerosos hinchas que ven los partidos en la zona sur del Calderón, donde se ubica el Frente Atlético. De este amplio sector de hinchas rojiblancos partió la botella de whisky que provocó la suspensión del partido del jueves pasado.

Disculpas y justificación

El Atlético de Madrid emitió ayer un comunicado en el que pidió "disculpas públicamente a cuantos presenciaron el partido de ayer [por el jueves] contra el Sevilla, por los hechos acontecidos que a buen seguro dañan y perjudican la imagen de la entidad".

El arrepentimiento oficial contrastó con la beligerancia de la Agrupación de Peñas del Atlético, que justificó los incidentes culpando a los jugadores del Sevilla y al árbitro Ayza Gámez. "Los hechos acaecidos", rezaba el comunicado de la Agrupación, "sólo se pueden comprender por la actuación de los jugadores del Sevilla, que una vez más han dado muestras de un comportamiento totalmente antideportivo, caracterizado por la dureza de sus entradas, el teatrismo [sic] exagerado y la constante pérdida de tiempo (...) y por otra, la de un árbitro al que le vino grande un partido de tanta importancia".

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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