En busca de un único depósito
España necesita un almacén para los residuos radiactivos. Hasta ahora, cada una de las siete centrales nucleares acumula las barras de uranio gastado en unas piscinas. Así enfrían el combustible, los 160 toneladas de residuos de alta actividad que producen cada año. Pero la situación no se puede prorrogar indefinidamente. En 2009 se satura la pisicina de Cofrentes (Valencia) y en 2010 tienen que regresar de Francia los residuos generados en Vandellòs I y a partir de ese momento, el Gobierno debería pagar 50.000 euros diarios de penalización.
Por eso, el Gobierno y la Empresa Nacional de Residuso Radiactivos (Enresa) han comenzado la búsqueda de un único emplazamiento en el que construir un almacén para los residuos, que serán activos durante decenas de miles de años. El almacén elegido es similar al que construyó Enresa en la central de Trillo (Guadalajara) cuando se saturó su piscina y similar al que tienen países como Holanda. Se trata de un almacén en superficie, donde los residuos se guardan en cápsulas. El Gobierno ha descartado el almacenamiento geológico profundo, una obra descomunal para enterrar los residuos bajo tierra. El almacén elegido cuesta unos 600 millones de euros y está diseñado para los próximos 100 años.
El problema es encontrar un pueblo que lo quiera. El Congreso, en colaboración con la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC), ha decidido que una comisión nacional evaluará las candidaturas. Enresa insiste en que la elección se hará de forma democrática y que no se le impondrá el almacén al pueblo que no lo quiera. Enresa señala también que no se trata de comprar a un ayuntamiento para que acoja los residuos, pero el municipio que albergue los residuos procedentes de toda España se llevará los 18 millones de euros que Enresa reparte actualmente entre los municipios de las centrales nucleares y contará con un centro de investigación sobre la transmutación de los residuos, la ciencia que busca transformarlos en elementos que no emitan radiación durante miles de años.
El presidente de Enresa, José Alejandro Pina, ha declardo que salvo en núcleos urbanos o en zonas montañosas, se puede ubicar en cualquier zona este almacén, que afirmó "no requiere unas características técnicas específicas relevantes".
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