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Entrevista:En pocas palabras | Lorenzo M. R.

"Nosotros cazamos a los fugitivos pero no cobramos la recompensa"

Jorge A. Rodríguez

Pregunta. ¿Tanto fugitivo hay escondido en España?

Respuesta. Muchos, más de los que la gente puede pensar.

P. ¿Y tienen muchos en cartera?

R. Muchos, aunque fuerte, fuerte ahora estamos sobre 10 o 15.

P. ¿No estará entre ellos Ratko Mladic, buscado por el Tribunal Penal Internacional por los crímenes en la antigua Yugoslavia?

R. No. Esperemos que esté cercado, en Yugoslavia o en Serbia, y que lo entreguen. Ése está allí.

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P. Hace poco agarraron cuando venía a España a Veselin Vukotic, que puede implicar a Slobodan Milosevic en varios asesinatos.

R. Ése no venía, vivía aquí y bien. Además, montenegrino, iba de representante de futbolistas y conocía a varios de grandes equipos. Incluso dijo que eran amigos.

P. ¿Como quiénes?

R. Presumía de conocer a Mijatovic y a Suker.

P. ¿Cuántos detenidos llevan desde que empezaron a trabajar?

R. A día de hoy, 253. Y en lo que va de año, 25.

P. Uno cada tres días.

R. Sí. No nos da tiempo a más. Aunque esto va por rachas.

P. ¿Hay algún fugitivo que se haya puesto bravo?

R. En el momento de la detención no se ponen bravos. Pero, ya en comisaría, cuando se dan cuenta de lo que tienen. Es que a muchos les espera cadena perpetua.

P. Algunos llevan hasta 20 años huidos y han cambiado de aspecto. ¿Cómo los reconocen?

R. Como suelen llevar documentación falsa, ellos no piensan que sabemos quiénes son. Pero no les entras directamente. No le dices "Eh, Peter"... Si sabes que usa el nombre de Frank, le llamas Frank. Le pides la documentación y le dices "Hay un problema. Nos tiene que acompañar".

P. A muchos los atrapan porque cometen algún fallo, ¿no?

R. Si buscases a alguien, ¿por dónde irías? Lo más fácil es la vena sensible. Tu mujer, tu hija, la nieta, una fecha señalada, cuando se acuerdan de lo que dejan atrás.

P. Cuando se ponen tiernos.

R. Ese señor y yo nos vamos a un sitio porque hemos detectado una fibra sensible. Se trata de un papá buscado porque quiso asesinar a la mamá de su hija, y ésta ahora viene a visitarlo y pensamos que él va a ir a buscarla al aeropuerto. Y si no la va a buscar, la hija nos llevará hasta él. Es un caso real.

P. Van a tiro hecho.

R. Le he dicho a mi mujer que pienso estar el domingo en casa para merendar.

P. Algunos sienten alivio cuando ustedes los detienen.

R. Sí. Ser fugitivo cansa. Llega un momento en que pensarán "pero qué necesidad tengo yo".

P. Y ustedes, ¿cuántos son?

R. Somos pocos pero bravos, como dicen los mexicanos. El grupo funciona de narices. Vamos como Fuenteovejuna.

P. ¿Y de los buscados españoles, como Antonio Anglés?

R. Si Anglés vive y tengo alguna noticia de dónde está, no le quepa duda de que iremos por él. Pero mi opinión, al margen de que nunca he trabajado el tema de Anglés, es que está muerto.

P. ¿Qué caso le satisfizo más?

R. Hubo uno con seis asesinatos muy fuertes, con 32 impactos de bala en los muertos. Un lituano que detuvimos en Almería. Es que ha habido tres casos que la prensa no les dio importancia. Éste, uno de unos chinos, que fue un trabajo de chinos...

P. ¿Por qué?

R. Porque hablaban en un dialecto que sólo usan 500 personas. Las conversaciones que grabamos hubo que digitalizarlas y mandarlas por correo electrónico a Holanda, de donde venía el tema. Luego las mandaban a Bélgica, donde estaba la intérprete oficial de ese dialecto, que lo traducía al francés, luego al neerlandés y al final nos lo pasaban al cristiano.

P. ¿Y el tercero?

R. Un agresor sexual de niñas, incluso de sobrinas suyas. Andre Lisier. Quitamos de en medio a un posible Tony King.

P. El nazi Heribert Heim, ¿está aquí?

R. [Silencio]. Lo estoy trabajando mucho. Todo esto que ves aquí es de él. Es un caso al que le tengo ganas. Me gustaría localizarle, esté vivo o muerto, porque este hombre cumplirá 92 años el 28 de junio, 92.

P. Hay una recompensa. Si lo detienen ustedes, ¿la cobran?

R. Nosotros cazamos a los fugitivos pero no cobramos la recompensa. Y 230.000 euros no le hacen mal a nadie.

Lorenzo M. R., en su despacho de la Policía Judicial.
Lorenzo M. R., en su despacho de la Policía Judicial.BERNARDO PÉREZ

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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