El Papa acepta que el general de los jesuitas abandone el cargo
El prepósito general de la Compañía de Jesús, el holandés Peter Hans Kolvenbach, convocó ayer la 35 Congregación General de esta orden religiosa en sus casi 500 años de historia. Se celebrará en Roma en enero de 2008. La gran novedad es que el Papa, según comunicó ayer por carta el propio Kolvenbach a todos los jesuitas, ha aceptado que éste se retire del cargo en vida. Según las Constituciones redactadas por el fundador Ignacio de Loyola, el cargo de prepósito general es vitalicio, como el del máximo pontífice romano.
Kolvenbach es un año más joven que Benedicto XVI y fue elegido prepósito general en 1983, tras obligar el papa Juan Pablo II al bilbaino Pedro Arrupe a presentar su renuncia. El papa polaco castigaba así la actitud renovadora de los jesuitas tras el Concilio Vaticano II, como líderes, entre otras tendencias, de la teología de la liberación y del movimiento de los curas obreros. Pese a los esfuerzos conciliadores de Kolvenbach ante la jerarquía vaticana, Benedicto XVI sigue considerando a la Compañía de Jesús sospechosa de progresismo, e intenta forzar con la dimisión de su prepósito una reforma a fondo en el gobierno de esta orden religiosa, la más famosa y polémica en la historia del catolicismo.
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