Sabadell recuerda a los seis policías que murieron en un atentado terrorista en 1990
El 8 de diciembre de 1990, un comando etarra hizo estallar un coche bomba aparcado frente una escuela de Sabadell (Vallès Occidental) justo en el momento en que pasaba un furgón del Cuerpo Nacional de Policía. De los ocho agentes, que se dirigían al estadio de la Creu Alta para ejercer labores de seguridad en un partido de fútbol, tan sólo dos salieron con vida. Quince años después de aquel terrible atentado que conmocionó a la ciudad, ayer se descubrió una placa en recuerdo de las víctimas. Al lado de la placa, en el parque Catalunya, hay un monolito que rinde homenaje a otra víctima del terrorismo de ETA, Ernest Lluch.
Más de un centenar de personas asistieron ayer al acto, organizado por la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas. Los organizadores repartieron claveles a los asistentes, entre los que había familiares de las víctimas, y destacaron la importancia de no utilizar el dolor y el terrorismo con fines políticos. El vicepresidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, Roberto Manrique, lamentó que se haya tenido que esperar tanto tiempo para rendir homenaje a los seis policías muertos por la explosión. Por otro lado, Manrique recordó que la ciudad de Sabadell es la cuarta en número de víctimas de terrorismo en Cataluña. El cant dels cors, cuyo autor es un afectado por el atentado de Hipercor -el más sangriento de la historia de ETA con 21 muertos- y que se ha convertido en el himno de las víctimas catalanas del terrorismo, cerró el homenaje a los policías muertos hace 15 años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.