Débora Arango, pintora
Sus cuadros escandalizaron a la sociedad colombiana
La primera mujer colombiana que se atrevió a pintar desnudos, la antioqueña Débora Arango Pérez, murió el 4 de diciembre a los 98 años víctima de una neumonía.
La pintora expresionista vino al mundo el 11 de noviembre de 1907 en Medellín, capital del departamento de Antioquia. Manifestó sus dotes con los pinceles desde muy niña. Alumna aventajada de Eladio Vélez y Pedro Nel Gómez, conmocionó el mundo del arte local al exponer, en 1939, el desnudo Cantarina de Rosa. A partir de esa fecha, la sociedad de la época la criticó duramente y sus pinturas fueron calificadas de "sórdidas, desvergonzadas, escabrosas, pornográficas e inmundas". Incluso, en 1948, estuvo a punto de ser excomulgada por las reiteradas quejas que la Liga de la Decencia de Medellín elevó por la "inmoralidad" de sus cuadros.
En 1955 expuso en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid. Sus acuarelas fueron bien recibidas por el público y la crítica, pero la exposición duró un día porque fue cerrada por orden del Gobierno franquista. El expeditivo cierre fue atribuido a la mano de un político conservador colombiano que abominaba de su estética atrevida. Medio siglo después, sus cuadros volvieron a exponerse en Madrid, en septiembre del año pasado, en las salas del Museo de América.
En Colombia no sólo levantó polvareda por sus cuadros de desnudos, sino que dio mucho que hablar cuando se atrevió a pintar a conocidos políticos con forma de animales. Así, en La salida de Laureano mostraba al general golpista Gustavo Rojas Pinilla como un sapo con medallas, y a la Justicia, como un militar con alas de vampiro.-
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