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Simancas denuncia que la espera media para ser operado es de 98 días

El PSOE considera que el plan de Aguirre ha desequilibrado el sistema sanitario madrileño

Hasta 98 días. Es el tiempo medio que los madrileños esperan para ser intervenidos quirúrgicamente desde que el especialista les prescribe la operación, según el Partido Socialista de Madrid, y no 30 días, como asegura la publicidad de Esperanza Aguirre. Si se incluye el itinerario quirúrgico completo de un paciente, éste tarda de 14 a 18 meses en ser operado desde que visita al médico de atención primaria. Rafael Simancas, líder de los socialistas madrileños, denuncia que la promesa electoral de Aguirre ha generado graves desajustes y "pone en peligro la viabilidad del sistema sanitario".

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Perdidos en el 'dique de contención'

El plan de reducción de listas de espera del consejero de Sanidad, Manuel Lamela, ha tenido unas consecuencias devastadoras para la sanidad pública, según denunciaron ayer el PSOE y la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública. Según el portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Rafael Simancas, los madrileños aguardan una media de 98 días desde que son vistos por el especialista. "Aguirre no ha cumplido su promesa electoralista irresponsable y por ello tiene que dimitir. Sigue habiendo madrileños que esperan más de 30 días para ser operados", aseguró Simancas.

Los socialistas, además, sitúan el itinerario quirúrgico completo en una espera de 14 a 18 meses desde que el paciente comienza a hacerse las pruebas tras la consulta con el médico de atención primaria. "Este año largo de espera no está contabilizado en ningún sitio, con lo cual estos pacientes no existen hasta el final de su proceso, cuando los ve el anestesista". Simancas considera que en todo este proceso se establece un "dique de contención" con las pruebas diagnósticas y preoperatorias en el que se dilatan todos los trámites. Se desconoce cuántos pacientes hay almacenados y el tiempo que tardan en ser incluidos en la lista. "Se ha creado un cuello de botella en la sombra que amenaza con romperse a medio plazo, poniendo en peligro la viabilidad de todo el sistema sanitario", asegura Simancas.

Aguirre ha destinado al plan de reducción de listas de espera 113 millones de euros en dos años, y un millón para la campaña publicitaria en la que afirma que ha cumplido su promesa electoral. Además, ha aumentado el horario de intervenciones quirúrgicas de ocho de la mañana a nueve de la noche, y ha incrementado el número de operaciones diarias de 850 a 1.100 (el 8,66% de ellas, en centros privados concertados).

También hay 20.000 pacientes menos en lista de espera que hace dos años. Sin embargo, como han denunciado los socialistas y la plataforma de apoyo a la sanidad pública, la situación real no ha variado sustancialmente. Lo que ha variado, dicen, es la manera de contar a los pacientes, retrasando el momento de incluirlos en la lista de espera estructural y eliminando de las listas a todos los que rechazan operarse en un centro hospitalario privado.

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Graves consecuencias

Pero este plan, además, ha tenido graves consecuencias para la sanidad pública, en opinión de Simancas: "El aumento de los tiempos de espera diagnósticos ha generado el caos que tienen que pagar todos los madrileños que esperan un diagnóstico, vayan a ser operados o no".

Marciano Sánchez Bayle, presidente de la Asociación de Defensa de la Sanidad Pública, cree que no ha habido cambios sustanciales, pero que la demora ha aumentado. "Es difícil saberlo porque se ha aplicado la contabilidad creativa en las listas de espera", asegura. En su opinión, esta operación de "maquillaje" ha tenido dos efectos: uno de tipo económico, "a derivar mucho dinero hacia el sector privado y gastar mucho en fines propagandísticos", y otro de tipo sanitario, debido a que "el empeño por controlar el tema quirúrgico ha supuesto postergar a enfermos que no tienen un problema quirúrgico pero tienen otros problemas que requieren igualmente de atención". Y añade: "La demora quirúrgica es el resultado final de una serie de demoras previas para ser atendido por los especialistas y para pruebas diagnósticas que se han incrementado en Madrid".

La Consejería de Sanidad reconoció el pasado viernes que las listas diagnósticas son más largas de lo que les "gustaría" y anunciaron un plan de reducción de listas de espera diagnósticas a partir del año que viene. Simancas fue más allá y reclamó una Ley de Plazos Máximos Garantizados de espera en todos los niveles asistenciales y un Plan de Mejora de la Sanidad Pública que contemple el compromiso del Gobierno regional "con el sistema sanitario público frente a la privatización progresiva".

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Defensa del Paciente (Adepa) envió ayer a la ministra de Sanidad, Elena Salgado, 10 propuestas para "paliar el engaño a los pacientes con las trampas que se ponen para maquillar y manipular la lista de espera real", según su portavoz, Carmen Flores. Entre otras cosas, la Adepa plantea que el paciente pueda rechazar un centro privado sin represalias como las que se dan actualmente y que el paciente tenga derecho a ser intervenido por el médico que ha seguido la evolución de su enfermedad.

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