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San Sebastián rememora la historia de la saga de los Oquendo en la que fue su casa

La Casa de Cultura Okendo de San Sebastián se ha convertido en una especie de túnel del tiempo para recordar a través de una exposición la historia de sus antiguos moradores: los Oquendo. Entre los siglos XVI y XVII, en sólo dos generaciones, se convirtieron en una de las principales familias de la ciudad gracias a la fama y las riquezas que obtuvieron en su aventura marina, pero también gracias a que se casaron con guipuzcoanas de nobles orígenes y abundantes fortunas.

De ello da cuenta la muestra Los Oquendo, una saga donostiarra, que arranca rememorando el lugar privilegiado que ocupaba Guipúzcoa durante el reinado de Felipe II y la intensa producción de hierro y barcos que tenía lugar en la provincia.

En este contexto desarrolló su actividad el general Miguel de Oquendo (San Sebastián 1530-1588), quien, tras hacerse rico en las Américas, comerció con hierro y fue armador de sus propias naves, que puso al servicio del rey para luchar contra sus enemigos. Su hijo, Antonio de Oquendo (San Sebastián, 1577-A Coruña, 1640) continuó la trayectoria de su padre y fue almirante.

La exposición, compuesta por paneles, mapas, cuadros y objetos varios, como espadas del siglo XVI o una bola de cañón, estará abierta hasta el 24 de enero. Llega acompañada por un libro elaborado por Xabier Kerexeta con textos de autores de la época. Y se completa con actividades paralelas, como talleres sobre temas marineros, películas relacionadas con el mar y la conferencia que ofrecerá el historiador José María Imízcoz el 11 de enero sobre La vida en San Sebastián en época de los Oquendo.

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