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Sharon y el nuevo líder laborista deciden hoy si se anticipan las elecciones en Israel

Los líderes del Likud prometen apoyar unidos al candidato que gane las primarias

El ritmo de vértigo que el recién elegido presidente del Partido Laborista, Amir Peretz, está imprimiendo a la agenda política israelí ha provocado un efecto catalizador en la derecha nacionalista. Prominentes dirigentes del Likud, enfrentados a cara de perro al primer ministro, Ariel Sharon, durante meses por sus discrepancias sobre la evacuación de la franja de Gaza, prometen ahora cerrar filas en torno a quien resulte vencedor en las primarias del partido. La fecha de las elecciones anticipadas se conocerá previsiblemente hoy, tras una reunión que Sharon sostendrá con Peretz.

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"Lo hablé con Sharon el domingo tras la reunión del Gabinete. Si Peretz quiere elecciones, tendrá elecciones", aseguró ayer en Radio Israel Silvan Shalom, ministro de Exteriores. Tras vencer el 9 de noviembre a Simón Peres en las primarias del Laborismo, Peretz exigió una reunión inmediata con el jefe del Ejecutivo y anunció que los ministros de su partido en el Gobierno de coalición abandonarían sus cargos si no hay anticipo electoral. Y ya dispone de una carta de renuncia firmada por los titulares de carteras laboristas para esgrimir en la decisiva reunión prevista para hoy.

No parece que vayan a saltar chispas en la entrevista. "No hay razones para posponer el asunto. Marzo es el mes adecuado", añadió el jefe de la diplomacia. Justo lo que exigía Peretz, sindicalista de 53 años nacido en Marruecos y convertido en candidato de la izquierda. Pero no hay mal que por bien no venga, debe de pensar Sharon. En el Likud -que corría el riesgo de padecer una escisión debido al choque frontal entre Sharon, por un lado, y el ex primer ministro Benjamín Netanyahu y el también aspirante Uzi Landau, por otro- se esfuerzan ahora por evitar a toda costa la fuga del veterano líder derechista. Los asesores de Sharon no han dejado de amagar con la fundación de una nueva organización política. El jefe del Gobierno, de 78 años, juega con sus contrincantes y se reserva el anuncio de su decisión. Según diputados del Likud citados por Efe, "Sharon se queda".

"Nadie les cree", dijo un diputado próximo al primer ministro en referencia a los rebeldes. "Hablan así porque temen que Sharon les abandone y quieren conservar su puesto en el Parlamento. Un día después de las elecciones volverán a amotinarse. Es un show", añadió el diputado.

Las encuestas -con todas las cautelas, debido al estrepitoso fracaso de los sondeos con motivo de la elección interna en el Partido Laborista- no son prometedoras para los adversarios de Sharon en el interior de su partido. La última, publicada ayer por el diario Haaretz, estima que el primer ministro cosecharía el 47% de votos entre los afiliados. A Netanyahu le apoyaría el 23% y a Landau sólo el 9%. Hasta la fecha, ninguno renuncia a la batalla.

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"Si Sharon es elegido en las primarias, debemos respaldarle", afirmó Landau tras la cita de ayer del grupo parlamentario del Likud y sus representantes en el Gobierno. Ehud Yaton, otro de los rebeldes, también se pronunció por la unidad para impedir que Peretz pueda aplicar sus "políticas de extrema izquierda". Y el legislador Michel Ratzon concluyó: "Ahora que afrontamos elecciones generales, debemos dejar a un lado nuestras diferencias. Hay momentos para el debate y momentos para cerrar filas". El lunes se votan en el Parlamento cuatro mociones de censura -presentadas por partidos de oposición de todas las tendencias (liberales, religiosos y de la izquierda)- para disolver la Kneset.

Al margen de los debates internos, la precampaña ya ha sido lanzada. "Incluso los discursos de Sharon el lunes con motivo del aniversario del asesinato de Isaac Rabin tuvieron ya tintes electorales", apuntaba el martes una fuente diplomática europea que asistió a los ágapes en los que se dio cita la crema y nata de la clase política israelí. Y los mandamases del Likud han comenzado a arremeter con virulencia contra Peretz.

El partido nacionalista y conservador emitió un comunicado en el que tilda de "irresponsable" al candidato laborista por su decisión de retirar el apoyo parlamentario al Ejecutivo de coalición. Y añade que sus "planes extremistas ponen en peligro la seguridad de Israel y su economía".

Sarpullidos en la derecha

Las propuestas de Peretz en relación al conflicto israelí-palestino levantan sarpullidos en la derecha. El candidato de la izquierda ya abogaba por negociar con la entonces proscrita OLP mucho antes de los Acuerdos de Oslo, firmados en 1993. Hasta después de los comicios, las negociaciones para reactivar el proceso de paz están abocadas al estancamiento.

Lo que no se detienen son las detenciones de militantes palestinos -especialmente del movimiento fundamentalista Hamás, 18 de cuyos militantes fueron capturados ayer en Cisjordania- ni los intentos de algunos terroristas de perpetrar atentados suicidas: el Ejército israelí informó de la detención en un control militar en Nablus, en la Cisjordania ocupada, de un adolescente de 16 años que escondía un cinturón de explosivos.

Un soldado israelí, junto a jóvenes palestinos detenidos cerca de Nablus.
Un soldado israelí, junto a jóvenes palestinos detenidos cerca de Nablus.EFE

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