El precio de la educación
Esther y María José Gallego, alumnas de la San Vicente Mártir, estudiaron en un instituto público. No piensan que una universidad privada hoy se nutra necesariamente de alumnos de colegios privados. "Hoy estas cosas tienen algo más que ver con lo que quieres que con tu origen", cree. No obstante, tanto en esta universidad como en el CEU resulta lógico y corriente -aunque no determinante- haber cursado primaria en colegios concertados o privados. También hay alumnos que llegan desde la universidad pública para afrontar asignaturas que se les resisten. Sobre todo Derecho, una carrera que el CEU, desde hace largo tiempo, siempre ha dispuesto en grupos con menos estudiantes, con una supervisión regular del alumno, con métodos alejados a la lección magistral y con algunos profesores que han tenido experiencia en la pública.
No obstante, todo esto tiene un coste. Ambas universidades ofrecen -aparte de las becas públicas correspondientes- becas propias e incluso recursos personalizados para que el alumnado menos favorecido pueda cursar la carrera elegido. "El dinero no va a impedir que alguien estudie aquí, no buscamos el elitismo", insiste Alfonso Bullón de Mendoza, rector de la Cardenal Herrera-CEU, que simultanea la oferta de importantes carreras técnicas con sus iniciáticos estudios universitarios de Humanidades. El caso es que las tasas pueden parecer lejanas para bastantes bolsillos, sobre todo en una sociedad tan endeudada como la actual. En el CEU, los honorarios de primer curso de sus carreras oscilan entre los 4.780 euros de Periodismo o Publicidad a los 8.600 de Odontología. En medio, los más de 6.000 de arquitectura o los más de 7.000 de veterinaria. En la San Vicente Mártir, la media de sus precios oscila entre 3.200 euros y 3.900 euros. Algo más de esto último es lo que cuesta estudiar en esta facultad enfermería, la única carrera que esta institución comparte con el más asentado CEU, donde en el primer curso el precio llega a los 5.600 euros.
