Esplendor y miseria en la Úbeda del siglo XVI
Úbeda (Jaén) es una de las ciudades que mejor ejemplifica la potencia y auge de la arquitectura renacentista en España. Andrés de Vandelvira es el nombre que simboliza una época de esplendor, un siglo XVI en el que España se abrió a todos los horizontes y reunió una pléyade de estadistas, guerreros, sabios y artistas. El arquitecto Andrés de Vandelvira fue el protagonista de este Siglo de Oro en Úbeda, la Bétula romana, un foco comercial que quiso que su riqueza fuera aparejada con el más delicado refinamiento artístico. Arsenio Moreno Mendoza, profesor titular de Historia del Arte en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, acaba de publicar La Úbeda de Vandelvira en la Fundación José Manuel Lara. Moreno (Úbeda, 1953) es un gran conocedor de la historia de su ciudad natal.
LA ÚBEDA DE VANDELVIRA
Arsenio Moreno Mendoza
Fundación José Manuel Lara
227 páginas. 18 euros
El profesor se ha adentrado en un siglo XVI marcado por las luces y sombras de una época en la que convivían el derroche, la venalidad, la sensibilidad artística, las miserias humanas y la voluntad de perfección en una olla podrida que hacía de España el país más poderoso de la época. Hidalgos, aristócratas, mendigos, artesanos, frailes, artistas y espadachines se movían por una Úbeda en la que soplaban aires de ambición y de aventura.
"Años de opulencia y miseria, de apogeo demográfico y fecundidad emprendedora. Tiempos de asombrosa esperanza en un presente demasiado rico e intenso para que fuera duradero. Contraluces de violencia y piedad. Aguafuerte de comendadores venales y pecheros honrados. Misticismo visionario y frailes bigardos. Supervivencia del milagro. Prelados y sacristanes de entierros que dan la vida. Monjas, emparedadas y mujeres del partido. Capitanes de mala vida y buena muerte. Trajinantes y chalanes. Célibes e hidalgos de bragueta. Mercaderes de lo grueso e hijosdalgos de gotera. Ermitaños y aventureros. Malentretenidos y borrachos. Soldados y pícaros piojosos. Mayorazgos y jornaleros. Marranos y moriscos. Ortodoxos y alumbrados". Así describe Moreno la Úbeda del siglo XVI, un escenario lleno de fulgor que recorre a lo largo de dos centenares de páginas.