El mundo al revés
En julio de 2001, varios municipios del espacio natural Arribes del Duero, en la provincia de Salamanca, sufrieron las consecuencias de un devastador incendio que asoló más de 8.000 hectáreas, quemándose también varios rebaños de ovejas, distintas naves agrícolas y miles de árboles autóctonos (encinas, robles y alcornoques) en una zona de especial belleza paisajística.
Días después, los alcaldes de los municipios afectados solicitamos que se declarara zona catastrófica al entonces Ejecutivo del PP y que se indemnizara a los afectados por los daños ocasionados. Ningún miembro de los distintos gobiernos (Diputación, Junta de Castilla y León y Gobierno central, todos del PP) visitó la comarca. Dos semanas después nos recibió en su despacho de Valladolid el director general del Medio Natural de la Junta de Castilla y León, y nos dijo que no había ningún tipo de indemnización para los perjudicados ni podía declararse zona catastrófica; lo único que hizo fue "tomar nota" de todo cuanto le planteamos. A pesar de los ruegos, preguntas, mociones y demás interpelaciones que realizamos en todas las instituciones, nunca hubo información, comparecencias, indemnizaciones a los perjudicados ni depuración de responsabilidades políticas de nadie, quedando todo en el olvido.
Hoy comprobamos con satisfacción que incendios como los de Guadalajara son abordados con un sentido político diferente. Se personaron los miembros del Gobierno en el lugar de los hechos, se ha dado toda la información precisa e incluso ha dimitido la responsable de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, cuando no se ha demostrado todavía que hubiera negligencia en la extinción del incendio. Además, el presidente Zapatero visitó los municipios, y el Consejo de Ministros aprobó ayudas importantes para la zona y los afectados. Ante esto, el único recurso del PP es insultar a Zapatero llamándole cobarde y dictador. Estas palabras descalifican para siempre a quien las pronuncia y no merecen ser contestadas. Actualmente, el PP tiene un grave problema y, si quiere llegar al poder algún día, ha emprendido el sendero equivocado.
Hacer la travesía del desierto de la oposición con la misma tripulación con la que perdió el Gobierno les deslegitima para cualquier aspiración futura con garantías. Rajoy, Acebes y Zaplana son la mejor prueba de que esto es así.
