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La AP-7 sufre las mayores retenciones en la Operación Salida

Colas de 22 kilómetros el día que 550.000 coches dejan Barcelona

La autopista de pago AP-7 se convirtió ayer de nuevo en un cuello de botella que los conductores tardaban horas en superar, en una nueva jornada díficil para el tráfico en las comarcas de Tarragona. La AP-7 registró en el segundo día de la Operación Salida de vacaciones retenciones intermitentes en varios puntos a lo largo de la mañana llegando a los 22 kilómetros en el peor momento, según explicó el Servicio Catalán de Tránsito.

Hasta las siete de la tarde de ayer un total de 550.000 autómoviles habían salido de Barcelona y su área metropolitana desde que se inciara oficialmente la Operación Salida de las vacaciones a mediodía del viernes, según informaron fuentes del Servicio Catalán de Tráfico, aunque la situación quedó normalizada a primera hora de la tarde. Si la primera jornada fue relativamente tranquila, ayer se complicó el tránsito. Un comportamiento similar al del año pasado.

El peaje de El Vendrell registró un máximo de siete kilómetros de retenciones en sentido sur, aunque antes de pagar para levantar la barrera los conductores ya habían soportado más de 15 kilómetros de colas en el municipio de Banyeres del Penedès. Una vez superado este calvario, los vehículos se encontraban de nuevo con elevada densidad de tráfico hasta las proximidades del peaje de Tarragona, donde les aguardaban siete kilómetros más de colas.

Esta situación, a la que Tarragona está acostumbrada en cada periodo vacacional, ha generado numerosas protestas de las administraciones locales sin que hasta la fecha se haya logrado ningún avance, excepto la gratuidad de un tramo de la AP-7 para usuarios habituales. El alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal (CiU), ha propuesto repetidamente que la concesionaria ACESA elimine los peajes del cuerpo central de la autopista y únicamente cobre en los accesos.

Unos 40 kilómetros al sur de Tarragona se encuentra otro peaje, el de Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant, donde también son habituales las colas kilométricas, por lo que existe un tramo de más de 100 kilómetros en la AP-7 que puede resultar un auténtico suplicio para alguien que viaje, por ejemplo, de Barcelona a Valencia.

La jornada de ayer dejó también un accidente mortal en esta carretera, a la altura de Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant, donde una persona perdió la vida en un accidente de tráfico. El segundo accidente se produjo cerca de las 8.20 horas, a la altura de Gurb (Osona). Una anciana de 80 años murió en un choque frontal entre dos vehículos en la BV-4601. El conductor del vehículo en el que viajaba la víctima mortal sufrió politraumatismos diversos.

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Por otra parte, cerca de 30 miembros de la plataforma Salvem l'Empordà levantaron ayer durante 10 minutos la barrera del peaje de la salida de L'Escala (Alt Empordà) de la AP-7 para protestar por la construcción de nuevas carreteras en la comarca,

Finalmente, los Mossos d'Esquadra detuvieron en una vía paralela a la AP-7, la N-340, al conductor de un camión que un testigo denunció haber visto dando bandazos de lado a lado de la calzada y bebiendo cerveza mientras estaba al volante.

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