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CUMBRE DE LA UE | Reunión de ministros de Exteriores

La UE confía en que Blair ceda en el 'cheque' británico para evitar su aislamiento

Dinamarca se plantea suspender su referéndum sobre la Constitución europea

Carlos Yárnoz

La actual presidencia de la UE, Luxemburgo, se mostró ayer confiada en que Londres cederá en el litigio sobre el cheque británico porque los demás países de la Unión se lo exigen para cerrar un acuerdo sobre las próximas Perspectivas Financieras (2007-2013). Tras la reunión de ministros de Exteriores de los Veinticinco, el luxemburgués Jean Asselborn contó que todos han pedido a Londres que "dé un paso positivo a favor de Europa en lugar de defender sólo sus intereses". "Creo que lo han entendido", agregó. Sin embargo, su colega británico, Jack Straw, no dio síntoma alguno de moverse en esa dirección.

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La reunión de ayer sirvió de nuevo para poner de relieve el enfrentamiento entre Londres y París. El Gobierno británico asegura que sólo aceptará hablar del futuro del cheque (5.000 millones que Bruselas devuelve a Londres de las aportaciones británicas) si, a cambio, se reducen las ayudas agrícolas, de las que Francia es el país más beneficiado (10.000 millones para sus agricultores en 2003). "He preguntado a Straw si se puede permitir que el Reino Unido sea el único país que no pagará nada por la ampliación", dijo ayer el ministro francés de Exteriores, Philippe Douste-Blazy.

Douste-Blazy aseguró que sólo podrá alcanzarse un acuerdo en la cumbre europea del jueves y viernes si se produce "una sustancial reducción" del cheque. Sólo así, entiende París, el Reino Unido pagará también algo de la factura de la ampliación, al igual que todos los antiguos 15 socios del club. En efecto, si el cheque no se reduce, se elevará en los próximos años a 7.000 millones, de los que París tendría que aportar casi el 30%. La presidencia de la UE propone que el cheque quede congelado en 2007 en 4.700 millones para luego rebajarlo cada año hasta su desaparición en 2013, pero Londres se niega rotundamente.

Ante esta situación, la UE confía en que tanto Londres como París puedan ceder algo. "Francia está dispuesta a hacer esfuerzos si cada uno los hace", señaló la ministra francesa de Asuntos Europeos, Catherine Colonna. Si París aceptara rebajas en las ayudas agrícolas, España sería uno de los más perjudicados cuando ya es el país que más saldo neto perderá en los años próximos. La presidencia cree que hay acuerdo para que el presupuesto se limite al 1,056% del PIB de la UE (874.000 millones) y la única forma de contentar a quienes piden pagar menos o tener más ayudas es recortar el cheque. El propio comisario de Comercio de la UE, el británico Peter Mandelson, se sumó ayer a las voces que piden una revisión de esta fórmula, informa Efe.

En lo que sí están de acuerdo los Veinticinco es en que, dada la crisis que sufre la Unión tras el no franco-holandés a la Constitución europea, debe haber un acuerdo financiero para evitar la parálisis. "Si no, demostraremos que Europa resbala", afirmó el luxemburgués Asselborn, quien añadió que el Reino Unido, que presidirá la Unión a partir de julio, no quiere heredar el problema. "Sería muy negativo", añadió, "pedir a los europeos que voten a Europa mientras los políticos no se entienden en algo tan importante como el presupuesto".

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Pero algunos ya empiezan a dejar claro que ni siquiera van a pedir a sus ciudadanos que voten. Así lo insinuó de nuevo el ministro danés de Exteriores, Per Stig Moeller, cuyo país tiene convocado el referéndum para el 27 de septiembre. Moeller dijo que quiere asegurarse de que el tratado puesto a votación es el que sería aplicado y que, como ya oye hablar de futuros cambios tras el no franco-holandés, no le han tranquilizado las conversaciones con sus homólogos. "Si no hay claridad, no podremos ir a votar", añadió.

Parar el reloj

Asselborn se refirió precisamente a la posibilidad de hacer una pausa en el proceso de ratificación, una opción que se debatirá en la crucial cumbre del 16 y 17 en Bruselas. "Parar el reloj es una solución; otra es que cada país decida lo que quiera hacer".

Lo que temen los países candidatos (Rumania, Bulgaria, Croacia y Turquía) es que también se les pare el reloj a ellos y que los procesos de adhesión se retrasen debido a que muchos noes en Francia y Holanda han estado influidos por la ampliación de la UE al Este o por la apertura de las puertas a Turquía. Los ministros de Exteriores pactaron ayer que en los acuerdos de la próxima cumbre se incluirá una breve y genérica frase sobre la ampliación para decir: "El Consejo recuerda las conclusiones del 16 y 17 de diciembre

[lanzar conversaciones con Croacia y abrir negociaciones con Turquía el próximo 3 de octubre] y la necesidad de cumplirlas cuanto antes".

Con esta fórmula, las suertes de Turquía y Croacia quedan ligadas. En este segundo caso, los ministros han constatado que aún no coopera plenamente con el Tribunal para la Antigua Yugoslavia y por eso no se han abierto aún las negociaciones de adhesión. El caso será examinado de nuevo el mes que viene.

José Luis Rodríguez Zapatero, flanqueado por Trinidad Jiménez y António Guterres, ayer en Madrid.
José Luis Rodríguez Zapatero, flanqueado por Trinidad Jiménez y António Guterres, ayer en Madrid.BERNARDO PÉREZ

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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