El mito del peso de las mochilas escolares
Los 7,5 kilos de media que carga un estudiante suponen menos riesgo en la espalda que arrastrados por la muñeca
Es un "mito" que el peso de las mochilas haya producido un aumento de lesiones de espalda entre los escolares, pero aún más que la solución pase por las carteras con ruedas y asa extensible, que no son más que "una cuña de mercadotecnia de los fabricantes". Así lo entiende José Ricardo Ebri, traumatólogo infantil que lleva años trabajando en las lesiones de espalda infantiles y que recientemente participó en la mesa redonda La mochila y el mobiliario. ¿Qué opina la espalda del niño en edad escolar?, organizada por la Sociedad de Puericultura de la Comunidad Valenciana.
"Casi nadie va andando más de 15 minutos al colegio", apuntó Ebri, quien ha realizado un estudio sobre el peso que soportan 375 escolares de entre 14 y 15 años, los que presuntamente llevan más carga. De este estudio se desprende que la carga media es de 7,5 kilos, con un máximo de 12,5, lo que desaconseja el transporte con ruedas porque "las muñecas de los niños no están preparadas para ello". Pero, además, "las salidas de los centros no están adaptadas para los carritos, ni los bordillos de las aceras", lo que obliga a levantar con el brazo todo el peso.
En los últimos años no se ha observado, según él, un incremento de patología de la espalda asociado a las mochilas y generalmente el dolor que se atribuye a su carga encubre otros problemas como enfermedades de disco o molestias de crecimiento. Frente a los 10 o 15 minutos que puede llevar el trayecto con peso en la espalda, los niños pasan muchas más horas sentados en el mobiliario escolar o el doméstico, como el colchón o usando teclados de ordenadores o consolas de videojuegos. "En el colegio se pasan ocho horas y en muchos casos el mobiliario está muy mal adaptado; hay niños más altos y otros más bajos, con diferencias de hasta 35 centímetros, y todos ocupan pupitres de las mismas dimensiones", Además, Ebri destaca el incremento de problemas de tendinitis o dolores en escápulas (omóplatos), por usar teclados con posiciones forzadas, sin apoyar los antebrazos y con los brazos encogidos y las manos suspendidas en el aire.
Frente a la mala imagen que han tenido en los últimos años, el especialista reivindica las mochilas convencionales porque "pueden ser incluso beneficiosas" contra la atonía muscular de los chavales, que "están mucho más blandos que hace años". Eso sí, siempre que sean adecuadas para su edad, lo que no sucede en el 50% de los casos. "Deben llegar hasta la segunda vértebra lumbar, un poco por debajo de las costillas", de forma que descanse y se adapte a la curva de la espalda. Con todo, Ebri propone una fórmula que se ha empleado con éxito en otros países para no sobrecargar a los estudiantes: dividir los libros en fascículos de forma que sólo carguen el material que están estudiando en ese momento del curso.
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